Samsung tuvo una serie de problemas el año pasado cuando su Galaxy Note 7 comenzó a explotar espontáneamente y, finalmente encontraron cuál fue el motivo. Lee los detalles técnicos, ¡en esta nota!
El Galaxy Note 7 de Samsung no fue exactamente un boom de ventas, pero sí un boom: ocurre que el teléfono tendía a estallar espontáneamente y sin motivo aparente. Esto inspiró varios memes, noticias, regulaciones y leyes, porque nadie sabía en qué momento su nuevo gadget podía detonar. A varios meses del incidente, Samsung parece haber encontrado el motivo: mal diseño de batería, y apuro por lanzar el teléfono, que produjo sobrecalientamiento y explosiones.
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El gigante coreano reveló dos problemas diferentes en la batería de sus Note 7 que fueron los causantes de que sus teléfonos detonen. El primero de estos problemas, que afectó a toda la línea inicial que lanzó a mediados de 2016, la batería era demasiado grande para el cuerpo del teléfono. Esto causaba que los gadgets se sobrecalienten. Samsung entonces comenzó a usar baterías de otro distribuidor, pero estaban tan apurados en solucionar todo que esta batería también resultó defectuosa, y causaba los mismos problemas aunque por distintas causas. La compañía finalmente decidió cancelar la línea en ese momento.
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Lo interesante de esta odisea es que inspiró un nuevo control de seguridad para que futuros dispositivos no sufran estos problemas. El test incluye rayos X y pruebas en condiciones extremas que obligan a la batería a trabajar más duro que lo normal. A la vez, Samsung contará con consejeros de diferentes entidades como la universidad de Cambridge, la de California en Berkeley, y Stanford. El gran desafío de la empresa es ahora probar que el público general puede confiar en ellos.
Para ver todos los detalles técnicos, podés seguir la infografía (en inglés) que acompaña esta nota, donde Samsung explica todo. Para ver lo que aprendieron en este proceso habrá que esperar hasta el lanzamiento del Galaxy S8 en los próximos meses.