Review Super Mario Party Jamboree: el terror de las amistades frágiles

Un nuevo Mario Party se encuentra entre nosotros y se trata del Super Mario Party Jamboree exclusivo para Switch, del que te contamos todo lo que tenés que saber ¡En esta review!

Super Mario Party Jamboree llega para darle un toque fresco a una de las sagas más famosas del querido plomero, Mario Party, donde los minijuegos multijugador se convierten en el centro de atención en las peleas amistosas (si no hay mucha fragilidad) cuando nos reunimos con amigos o familiares. En esta oportunidad, tenemos una gran dosis de tableros, estrategias y caos todo en la comodidad de nuestra Nintendo Switch. Pero…¿Es este el regreso que los fanáticos esperaban? En Cultura Geek lo pudimos probar y te contamos todo sobre él.

Jamboree es simplemente divertido

Lo primero de lo que vamos a hablar son de los tableros en sí. En Jamboree, no solo son hermosos a nivel visual, sino que también destacan por su diseño táctico. Cada uno presenta un escenario dinámico que obliga a los jugadores a repensar sus movimientos en cada turno. Por ejemplo, en Goomba Lagoon, las mareas cambian inesperadamente, mientras que en Rainbow Galleria, las tiendas aplican descuentos aleatorios. Estas características nos dan un título fresco que al mismo tiempo genera tensión en cada partida, donde el utilizar objetos que nos puedan beneficiar, como el Turbo Dice (dado Turbo), que tranquilamente puede cambiar el rumbo del juego de manera dramática.

Con siete tableros diferentes, la variedad también está garantizada. Esto mejora significativamente respecto a títulos anteriores, donde el contenido de los tableros solía ser limitado. La inclusión de objetos únicos en cada tablero añade una capa extra de complejidad, ya que tenemos que tomar decisiones y nuestra recompensa dependerá de qué tan bien gestionemos nuestros recursos.

Algo interesante es que en esta entrega se suma la oportunidad de eliminar los elementos del azar gracias a Reglas Pro. Esto nos ofrece una experiencia de juego más controlada y táctica. Si bien Mario Party es conocido por su ser imprevisible, este nuevo modo nos permite controlar mejor nuestros resultados, en especial si somos muy competitivos. Poder elegir qué minijuegos jugar o votar por las futuras posiciones de las Estrellas son algunas de las cosas que podemos hacer y esto suma una dinámica completamente nueva, en especial si nos gustan los desafíos.

La flexibilidad en Jamboree también brilla a través de su personalización, ya que podemos ajustar prácticamente todos los aspectos del juego. Desde la duración de los turnos hasta la activación de Estrellas de Bonificación, las opciones se adaptan a cada grupo de jugadores. Además, el modo multijugador en línea mejoró notablemente, y ahora tenemos una experiencia fluida que se complementa bien con la posibilidad de incluir jugadores controlados por la CPU cuando sea necesario.

Con más de 110 minijuegos, Jamboree nos asegura horas sin aburrimiento. En el modo principal solo están disponibles 50 de estos minijuegos pero todos se destacan por su creatividad y ejecución. Desde pruebas de habilidad clásicas hasta el uso de controles de movimiento en desafíos como cortar carne en equipo, cada minijuego está diseñado para que nos divirtamos sin dejar de lado la competitividad. La inclusión de minijuegos exclusivos de los Compañeros Jamboree, como los de Luigi o Donkey Kong, también son algo que suman porque pueden ayudarnos a ganar ciertos tableros.

Aunque los modos secundarios como Koopathlon y Bowser Kaboom Squad no están al nivel del modo principal, nos permiten divertirnos por más tiempo, en especial si queremos cambiar la dinámica de juego. Sin embargo, no esperes mucha profundidad de estos modos de juego, ya que su intensión principal es que descansemos de la euforia y energía que pueden generar los minijuegos en el modo principal.

Super Mario Party Jamboree es probablemente una de las mejores entregas de la serie hasta la fecha. Con una jugabilidad que mezcla estrategia y diversión, tableros visualmente impresionantes y una serie de ajustes que hacen la experiencia más accesible y competitiva, este título se siente como el renacimiento que los fanáticos de Mario Party estaban esperando. Aunque los modos secundarios no sean perfectos, la esencia del juego es lo que vale, por lo que tenemos diversión asegurada en cada partida.

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