Stray es el juego tan esperado en donde controlamos a un felino aventurero que busca volver con sus amigos. Probamos el juego en PC vía Steam, y PS5, y te contamos cómo vivimos esta experiencia ¡acá!
El género de la simulación tiene varias aristas para explorar. Por un lado tenemos el GTA o el Red Dead Redemption en donde “simulamos vivir la vida cotidiana de otra persona”, ya sea como un maleante que forma su ejercicio y sale a robar o alguien del viejo oeste cumpliendo las reglas de aquella época con un caballo como vehículo. También existen simuladores como el Euro Truck simulator, PowerWash Simulator o el House Flipper, donde se limita a una profesión en particular; o juegos como The Sims, Planet Coaster o SimCity. Sea como sea, Stray no se parece en nada a todo lo ya establecido y en Cultura Geek lo probamos en PC vía Steam y te contamos de que se trata.
Para muchos, Stray es solo un simulador de gatos. Si minimizamos la propuesta, es la bajada correcta. Sin embargo, el juego es mucho más que solamente un simulador, sino que se trata de una experiencia inmersiva y emocional, que tiene una búsqueda particular en su mensaje. Aquellos que somos amantes de los animales en general, incluso si tenes la suerte de tener un gato o tuviste, seguramente puedas vivir este título desde otro lado. No mejor, ni peor… solo diferente.
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En este título controlamos a un gatito en un futuro distópico, el comportamiento de nuestro personaje principal tiene una bajada a tierra muy distintiva. En el comienzo del juego, durante los primeros minutos, vemos esa pauta. Literalmente, se nos obliga a interactuar con nuestros gatitos amigos como cualquier gato lo haría, con sus característicos movimientos.
Pasados los minutos, y una vez ya dentro de esta ciudad sin vida, vamos a ver como nuestro gatito se rasca o se lava con sus patitas si dejamos el control quieto. También podemos ver cómo clava sus garras en una alfombra o las paredes, cómo tira las cosas de la mesa o estante, cómo reacciona a diferentes elementos con los que nos vamos cruzando. La composición del personaje intenta proporcionar el máximo realismo para generar empatía con el jugador, es una de las mejores decisiones del juego. Cuando dejamos tomar una siesta a nuestro protagonista, la cámara se aleja lentamente, con una música ambiental muy relajante, dejando en claro lo que se pretende con el juego.
Trico, en The Last Guardian, también nos generaba ese amor incondicional por su comportamiento y sus movimientos y ternura implícita. Pero todo estaba atado a la amistad con el personaje principal. La búsqueda residía en empatizar justamente con esa amistad, el sentimiento que nos puede unir al reino animal, ya sea un perro, un gato o el animal que forme parte de nuestras vidas.
En Stray, la búsqueda apunta a conectarnos a nosotros como jugadores, directamente con el felino protagonista. No hay que vivir una amistad desde afuera siendo espectadores de dos personajes que forjan ese sentimiento durante su aventura. Acá, es ponernos en la piel de ese gatito aventurero, pero sin perder nuestro rol de jugador, dejando bien en claro que, si bien nosotros podemos hacer que el gato haga lo que nosotros queramos, es como si tuviese vida propia. Es como si nosotros sólo le marcáramos el camino.
El entorno es una ciudad al estilo Hong Kong Cyberpunk, encontraremos carteles luminosos y robots que actúan como seres humanos, con vestimentas y costumbres ancestrales. El juego, si bien te permite recorrer de forma inteligente toda la urbe, no te permite subirte o trepar a todo lo que ves.
Sin embargo, el juego nos señala a qué lugares podemos acceder, pero no se siente como si los caminos fuesen lineales, ya que muchas veces podemos llegar al mismo lugar de diferentes formas. Pero cabe destacar que hay momentos en donde solo hay una forma de llegar. El diseño y la disposición de elementos como aires acondicionados, salientes, barandas y tejados, está tan bien integrado con los apartamentos y los edificios que realmente dan esa sensación de libertad tan necesaria.
Como decíamos antes, solo cuando un salto es posible aparece el indicador en pantalla. Esto genera que tengamos que mover la cámara del juego para encontrar el mejor lugar posible para llegar al destino deseado. Este detalle hace que ese poder de decisión siga en nuestras manos. Y como Stray tiene una búsqueda mucho más emocional, buscando ser una experiencia visual y para nuestros sentidos, no hay peligro de muerte.
Los saltos siempre son certeros, porque el foco está puesto en el recorrido y en cómo vamos conociendo la historia y no en su dificultad. En este caso, las plataformas no son una excusa para generar momentos de tensión o influir en la dificultad del juego, sino que son el camino a recorrer.
Pero cuidado, no es que no podemos morir en Stray. Quizás no sea por las alturas, por un mal cálculo o por alguna superficie resbaladiza, el peligro reside en las calles de esta metrópolis industrializada y robotizada. Allí encontraremos a los Zurk, unos pequeños robots con una forma que parece mezcla entre cangrejos, tortugas, equinodermos y armadillos, que aunque tienen una apariencia tierna, son peligrosos y letales. La única forma de salir con vida, si llegamos a una zona infestada de estos enemigos, es simplemente correr, movernos hacia todos lados, esquivarlos y, si se nos llegan a prender del cuerpo cuando saltan, debemos maullar y presionar el botón indicado rápidamente, ya que, si logramos sacarlos de nuestro lomo enseguida, se van a llevar nuestra vida y esperanzas.
El juego, si nos ponemos a hilar fino, es un juego de exploración. La mayor parte del tiempo la vamos a pasar recorriendo balcones, azoteas o los interiores de ciertos edificios, buscando algo en particular o resolviendo diferentes puzzles. Cuando aparecen los Zurk, todo se convierte en caos y el gameplay se convierte en una frenética persecución a toda velocidad, donde no solo tenemos que movernos hacia todos lados y quitarnos a los enemigos de encima, sino que tenemos que tomar decisiones rápidas sobre qué camino seguir.
Estas decisiones son casi al instante, mientras controlamos todo lo demás, y si bien están espaciadas en el tiempo de juego, son un buen contraste con la tranquilidad que el juego transmite durante el resto de sus minutos. Y para no romper con esta sensación de continuidad, los desarrolladores de BlueTwelve Studio pusieron checkpoints muy seguido, cosa de que, si perdemos, podamos continuar no muy lejos en el avance.
Vale mencionar, en este punto, que BlueTwelve Studios no es un estudio gigante. De hecho, es un pequeño estudio que logró hacer algo inmenso con un presupuesto acotado. En término de diseño de producción, lo que logra a nivel visual es increíble. No solo los exteriores, llenos de verde y vida, sino la propia ciudad, que, aunque carente de vida orgánica, está llena de vida gracias a la captura de movimiento de los robots, y toda la ciudad que parece un enjambre de vida digital.
Ahí es donde entra en juego el apartado visual, que más allá de su belleza conceptual cyberpunk, tiene también diseños cuidados al detalle. Cada puerta, ventana, alfombras, libros, posters, rincón de la ciudad y el trabajo de luces, que tiene Stray es maravilloso. Le otorga un realismo inmenso al juego, le da vida. Al igual que los rostros con luces led de los robots, que les otorgan personalidad y sentimientos.
Cómo veamos a este juego va a ser crucial para disfrutarlo. La mejor postura, al menos para nosotros, es sentarnos tranquilos y dejar que el juego nos guie, que la experiencia nos lleve de la mano por toda la propuesta. Entrar sin expectativas. Porque Stray, como dijimos en un principio, no es un juego típico, no es parte de un género al que podamos interpelar. Es un juego que no admite comparaciones, y donde cualquier comparación es, quizás, solo una pequeña parte de su totalidad.
Si esperamos un God of War, si esperamos un Tomb Raider, un Uncharted o un Mirror’s Edge… todo será, en algún punto, innecesario. Stray te puede gustar más, te puede gustar menos. Pero hay algo que si tiene el juego, y es su particular búsqueda, su originalidad desde ese punto, y como tal, resulta ser una experiencia hermosa y por demás, gratificante.
FECHA DE LANZAMIENTO 19 de julio de 2022 DESARROLLADOR BlueTwelve Studio DISTRIBUIDOR Annapurna Interactive PLATAFORMAS PC, PS4, PS5