Review Silent Hill 2: en el limbo, tratando de entender lo que hizo

Silent Hill 2 al fin tiene su esperada remake para PlayStation 5. ¿Cómo se las arregla para adaptar uno de los mejores de la historia? Te lo contamos, ¡acá!

Imaginate si Pink Floyd se volviera a juntar (los que quedan…) y decidieran regrabar por completo Dark Side of the Moon para aggiornarlo a los tiempos que corren. Por un lado, sería innegable la curiosidad de que podamos tener una nueva versión de uno de los que muchos consideran uno de los mejores discos de todos los tiempos. Por el otro… ¿es posible estar a la altura del original? ¿Era siquiera necesario hacerlo? Silent Hill 2 está exactamente en esta situación gracias a Bloober Team y Konami; que les prestó incluso a miembros del staff original, como el diseñador de monstruos Masahiro Ito y al compositor Akira Yamaoka, para hacer una nueva versión del aclamado juego para PlayStation 5 que llega el 8 de octubre.

El legado de un gigante

Silent Hill 2, lanzado en 2001 para la PS2, se convirtió en uno de los juegos más icónicos de la historia. Esta aventura en tercera persona, que definió a los survival horror junto a Resident Evil, contaba la historia de James Sunderland. El hombre recibía una carta de su esposa que decía que lo esperaba en el pueblo de Silent Hill. Hubiese sido romántico de no ser porque la mujer en cuestión había muerto hace 3 años.

Secuela de un primer juego que ya por sí mismo era revolucionario, con una locación increíblemente icónica, diseños de monstruos que jugaban con los miedos y traumas del propio James (y ey, los del jugador también), una música que prendía fuego todo, una ambientación terrible y uno de los giros más imitados en la historia de videojuegos, decir que fue un antes y un después es quedarse corto. Aquellos que lo jugaron al momento del lanzamiento o en los años que le siguieron, vieron sus cerebros químicamente alterados y a partir de ahí todo lo comparaban con esta maravilla de Team Silent. Estamos seguros que hasta deben haber aumentado las ventas de pañales para adultos.

Incluso quienes empezaron a jugar post era de YouTube y demás, acostumbrados más a los juegos de terror para reaccionar en cámara, nos oían a los “viejos” hablar todo el día de cómo ya no hay más joyas como esta. Es que, además de todo, Silent Hill no tiene un lanzamiento full desde Downpour de 2012 y ya para ese entonces se sentía que la saga no estaba produciendo resultados a la altura de lo que los fans pretendíamos de ella. Pero claro, ¿qué hacés después de una obra maestra así?

¿Para qué toda esta lección de historia? Porque es importante entender que rehacer Silent Hill 2 no es como rehacer cualquier juego. Esto no es culpa de nadie, sino de la mística e historia que lo rodean. Es como jugar con la camiseta de la selección – no podés hacer pavadas. Así, con una horda de fanáticos predispuestos a mirar todo con un microscopio, se van a encontrar con un juego que cumple pero no impresiona.

El dilema de Bloober

Silent Hill 2 está atrapado en esa disyuntiva. La historia está recreada al punto de que es una copia a carbón. Todo lo que es la trama, el guión y demás está presente. Tiene todas las líneas emblemáticas. No hay nada que falte y lo poco que cambia es que está expandido con algo más de diálogo. A nivel narrativa es exactamente lo que recordás pero presentado con gráficos muy elegantes y modernos (bah, medio polémico el rubio de James), un combate sólido, que desde lo mecánico está muy bien y una ambientación que se luce a la hora de mostrar este extraño pueblo inmerso en la niebla. Es justamente el punto donde el juego es correcto, donde se luce.

El dilema es que Silent Hill 2 es especial por otras cosas y lo construyen los detalles. Lo que lo hacía único no era tanto estos factores, sino la presentación. Era más el cómo que el qué. Comparando Silent Hill con Resident Evil, por ejemplo, la gracia es que esta aventura era más adulta, oscura, cerebral y provocadora, que las cosas que nos mostraba podían ser repulsivas y todo tenía algún sentido más allá del valor de shock e informaban sobre el personaje que navegaba este mundo. En este caso, el juego está suavizado y lo que es el contenido sexual está muy des-enfatizado (desde el outfit de Maria hasta la presentación de Pyramid Head). Si bien usualmente el sexo en videojuegos es una estupidez que tiende a no sumar nada, en este juego la sexualidad importa. O, más bien, importa qué dice el juego usando la sexualidad y sobre James en cuestión.

Por otro lado, si bien no es que falte sangre y el arte de locación es muy bueno, es raro que no hayan aprovechado el hardware de la PS5 para hacer aún más terroríficas las visuales. Imaginate por ejemplo que exploras un hospital abandonado, abrís un placard esperando que haya un botiquín de vida, y en vez de eso cae una masa de carne amorfa que tiene un ojo y sentís el impacto en tu DualSense. O que de repente pasas cerca de una pared y cuando prestas atención, te das cuenta que tiene cadáveres de monstruos colgando desde adentro. La fuerza de Silent Hill es un poco esto: la imagen de por sí es shockeante pero el punto es que además te deje picando la pregunta de “ok, ¿cómo es que llegó esto ahí?“.

Este es un juego para adultos con rating M para mayores de 17, por lo que tanto la tecnología como los permisos estaban ahí para darle un giro que profundice. Sin embargo, Bloober eligió ceñirse al original de más en algunos aspectos pero también no tomar riesgos innecesarios y esto hace que la experiencia en general sea más bien blanda. Esto es una pena, dado que si lo juzgáramos únicamente por lo mecánico, controles, cámara y demás, podríamos afirmar que Silent Hill 2 (2024) es mejor que el original. Con el control en mano la exploración recompensa más, controlar a James se siente más natural y el juego en general es menos “injusto”, pero por otro lado de repente se pierde en su propia idea, alarga de más algunos dungeon e incluso el combate pasa a segundo plano porque hay demasiados enemigos, que le da más acción pero le quita suspenso.

OK, a jugar

En Silent Hill 2 podés elegir por un lado la dificultad del combate y la dificultad de los puzzles, cada una por separado. La idea es que, depende cuánto quieras sufrir, vas a tener enemigos más resistentes, mayor escasez de munición (una marca de estilo del género). Por otro lado, la dificultad del puzzle se trata de lo crípticas que son las pistas. Por ejemplo, tenés que ordenar tres símbolos sagrados y en fácil dice “Los astros jugaron una carrera y el sol llego tercero, la luna segunda pero las estrellas ya estaban ahí”, mientras que en difícil será algo super rebuscado onda “labios de alma profundidad de pieles, abismos de sentidos encontrados sin por qué, quieres algo que tu alma limpie, una turbiedad te aqueja, vení acercate que te enjuago la almeja” y tenés que ver qué símbolos son la turbiedad, los labios y la almeja.

Sin embargo, la mayor parte del tiempo no vas a estar ni peleando ni pensando en el puzzle sino buscando cómo era que se abría el mapa porque no te acordás en qué habitación estaba la llave del asterisco que abre el portón del pantano. La interface de control es rara siendo que tenés que navegar el ambiente muchísimo y la gracia del juego justamente es que el mapa es rebuscadísimo. Lo que es más, muchas veces vas a tener que mirar las paredes a ver si justo hay una parte que puedas romper a palazos para poder avanzar, algo que no estaba en el original salvo una única parte. Esto te puede llegar a frustrar un poco si jugás sin prestar atención y le quita un poco de ritmo a la aventura. Sobre todo, el original se las arreglaba para contar su historia en 6-8 horas, pero como ahora vas a tener que jugar casi 20 para terminarlo (nosotros lo terminamos en 17), te vas a encontrar con que pasas demasiado tiempo dando vueltas, hay demasiados enemigos y por más buenas que estén algunas mecánicas, la trama sufre en consecuencia.

Como los sistemas son sólidos y jugar es divertido, que no te sorprenda si alguna vez sale un modo roguelike de esto de matar enemigos y explorar callejones tratando de llegar al final del nivel. Silent Hill 2 es más que eso, sin embargo, y la parte que brilla está en otro lado, no en ganar puntos por cada cabeza rota.

¿Pero se parece al original? ¿Se ve bien?

En Silent Hill 2 vas a hacer las mismas cosas que hacías en el original en el mismo orden. Llegas al pueblo, vas a los departamentos, conoces a Angela y Eddie, salis, te cruzas a Maria, vas al hospital, sociedad histórica, prisión, hotel, fin. En ese aspecto, sí, es igual, pero los puzzles son todos nuevos, los mapas diferentes pero parecidos y aunque las locaciones son todas reconocibles, no hay ninguna instancia de réplicas. Los personajes están rediseñados y tienen actores nuevos, entre los que destaca la nena que hace de Laura, que era la más floja del original y acá está muy bien. Pero, por otro lado, el sonido de PS2 le daba una estética muy única a la que se ciñeron y ahora parece que ningún adulto puede hilar una frase sin trabarse en el medio. Sufre un poco de uncanny valley donde cuesta explicar exactamente qué es lo que hace ruido, porque en los papeles todo debería funcionar pero la imagen completa es rara.

Lo que sí vas a notar que cambió es que, por ejemplo, ya no hay cámaras fijas y todo es en 3D completo con la cámara detrás del hombro de James. Esto funciona bien el 95% del tiempo, pero muchas veces en transiciones entre puertas hace que la cámara tiemble como mendocino a la siesta. Otros cambios, por ejemplo, son en secuencias cinemáticas donde antes sonaba música pero ahora tenemos mucho más silencios, que es una decisión estética que lamentamos.

Una remake sin rumbo claro

Destilar Silent Hill a una sola frase es “alguien llega a un pueblo misterioso e inmediatamente la comienza a pasar mal, pero luego la pasa peor porque el pueblo mismo se nutre de sus miedos y se los devuelve en forma de monstruos y traumas”. Esta idea debería funcionar siempre y Silent Hill debería ser una antología donde pase eso en cada juego y sea la personalidad de cada protagonista lo que lleve al juego. Eso es lo que hizo brillante al Silent Hill 2 original, que nada tenía que ver con el primero salvo la estética y jugabilidad, y está claro que a Bloober le encanta: la mitad de sus juegos tiene el mismo giro: “al final no eras tan buen tipo, hhhmmmm”. Pero, esta es un arma de doble filo: ¿serían revolucionarios Seinfeld, Star Wars, los Beatles o Super Mario Bros si salieran hoy, siendo que los imitaron hasta el hartazgo y ya sabes todos los giros antes de empezarlos? Y la respuesta es que tal vez no con el mismo impacto, pero hay una parte que sí: siguen siendo juegazos.

En el arte hay una característica inapelable que es la frescura y espontaneidad de las cosas, que se den orgánicamente y le ofrezcan al mundo algo que no esperaba. Esto no lo tiene Silent Hill 2 – le preocupa tanto ceñirse a lo que les gustaba del original que en el camino pierde su rumbo y no encuentra una identidad propia. Pero, a la vez, como remake es imposible que cumpla la expectativa del fanático termo que amaba el original porque todos veíamos algo diferente, original y perturbador que nos volvía locos. Bloober no hizo nada terriblemente mal, pero está claro que no estas escuchando Pink Floyd sino una banda tributo.

En conclusión – para los que les guste el terror con gráficos modernos

Silent Hill 2 como juego correcto y entretenido, aunque le sobren un par de horas para entregar su historia de una forma elegante. Sin embargo, como remake tiene un par de errores de aferrarse al original tanto que no aporta nada nuevo, pero lo que ya conocemos entregarlo con poca fuerza. En un mundo ideal Blooober hubiera hecho directamente un Silent Hill propio donde pudieran mostrar su verdadera visión en vez de tratar de reinterpretar un clásico que no hacía falta. El original sigue estando ahí y es mucho más oscuro, vertiginoso y raro… aunque los gráficos por ahí no lo acompañen. Queda recomendado si lo que buscas es un clima terorífico con gráficos superadores a los de PS2 y a donde puedas dedicar un par de fines de semana frente al joystick, pero nuestro corazón sigue perdido en la niebla, buscando la salida y esperando la próxima obra maestra de la saga.

FECHA DE LANZAMIENTO8 de octubre de 2024
DESARROLLADORBloober Team
DISTRIBUIDORKonami
PLATAFORMASPlayStation 5

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