Saints Row reinicia toda su saga y lo hace con un mundo abierto dónde vamos a tener que crear nuestro propio imperio del crimen. Lo jugamos en 2 PC diferentes y te contamos cuál fue nuestra experiencia.
Siempre creímos que una de las finalidades de los videojuegos con mundos abiertos es la de brindar la posibilidad al jugador de sentir realmente esa libertad latente para poder hacer lo que quiera, cuando quiera y cómo quiera, obviamente, teniendo siempre en cuenta las limitaciones del propio concepto lúdico. Dying Light 2, Red Dead Redemption 2, Death Stranding, incluso el clásico Metal Gear Solid V. Como ejemplos, todos pueden definir de una forma concreta al género. En este análisis de hoy, te contamos por qué Saints Row es un juego divertidísimo y, dentro de su propia búsqueda, regala lo que promete.
Es fácil caer en comparaciones, y en ciertos momentos, no es un mal ejercicio. Quizás para muchos que recién incursionan en la saga Saints Row, la propuesta de la gente de Volition Inc. se puede ver muy similar en muchos aspectos a la propuesta del GTA, en general. Y podríamos marcar las diferencias, pero sería redundante, ya que los propios creadores y desarrolladores de Saints Row saben que esto es así. La diferencia es que ellos no buscan parecerse a GTA, sino que, así como lo hizo Rockstar Games, buscaron aprovechar todas las posibilidades técnicas que ofrece un mundo abierto para regalar la mejor experiencia que pudieran dentro de su propio universo.
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Personalización extrema… hasta ahí abajo
El juego comienza con una cinemática interesante que plantea ya el tono del juego. Rápidamente, la cinemática llega hasta nosotros y, para atender nuestros dudosos asuntos, se nos pide que creemos a nuestro personaje. Un editor de personajes muy al estilo The Sims aparece en pantalla y vamos a poder modificar decenas de aspectos.
Grosor de labios, ancho, separación entre labios y nariz; quijada, forma y ancho, cejas, frente. El tamaño del miembro viril del personaje, su altura, peso, contextura, marcas, heridas, prótesis, estilo de cabello, color. Si nadie nos apura, podemos pasar tranquilamente horas diseñando nuestro personaje pudiendo modificar hasta el más mínimo detalle. Claro está, con el avance del juego, se va a ir desbloqueando nuevos aspectos que podremos cambiar en cualquier momento.
Con el personaje ya listo, la cinemática sigue y nos pone, eventualmente, en tiempo y lugar. No queremos revelar muchos detalles en este aspecto para no entrar en spoilers, ya que la historia de Saints Row es muy buena y parte de su excentricidad pasa por las sorpresas. Pero, en resumen, con el personaje que creamos vamos a ir tiempo atrás, al inicio de todo, donde nos encontramos en un grupo especial militar como novatos con un humor muy a tono con las discusiones de política e ideología del mundo actual. Vamos a tener que hacer un par de misiones e ir demostrando que valemos la pena. Además, estas pequeñas misiones nos van a servir para practicar los diferentes movimientos, los disparos, etc. Este es nuestro trabajo, con el que deberemos pagar un alquiler y todos los gastos necesarios.
El problema es que, claro, vivimos en un departamento con tres amigos más, y el dinero es muy poco todavía. ¿Cuál es la solución? Salir a la calle y hacer trabajos, sin importar la moralidad o la decencia. En forma de misiones sobre un mapa, vamos a encontrar la posibilidad de sacar fotos, por ejemplo, algo totalmente loable, pero que paga muy poco. En contraparte, entramos trabajos tales como pilotear un helicóptero para robar un camión blindado, ser copiloto de un narco e ir eliminando a quienes lo persiguen, recibir paquetes, eliminar testigos y, así, un largo etcétera de acciones que, en su gran mayoría, van directamente en contra de la ley.
Al ser un videojuego de mundo abierto, todas las posibilidades están en nuestras manos. Podemos escapar corriendo si nos cruza la policía (totalmente desastroza) , para luego robar una moto y meternos de lleno en el desierto hasta perderlos. También podemos robar un autor, o un camión, y escondernos en alguna casa o fábrica abandonada, para luego cambiar de vehículo y salir sin levantar sospechas. Incluso, si queremos, podemos enfrentarnos a la policía, matar a todos los que vengan, explotar sus patrulleros. La libertad de decisiones, en todo momento, es absoluta y realmente se siente fantástico, gracioso y divertido.
Neenah, Kevin y Eli son nuestros amigos. Ellos también son unos forajidos como nosotros, cada uno a su forma. Muchas de las misiones las tendremos que hacer juntos, aunque la mayor parte del tiempo, al menos en el modo historia, seremos nosotros contra el mundo. Para ello, vamos a tener un teléfono celular, donde entre varias opciones, se encuentra la del MAPA, quizás la más utilizada, donde vamos a ver todos los puntos interesantes y vamos a poder seleccionar y marcar las misiones que queramos ir a buscar, así el GPS nos puede guiar hasta ellas. Si, esto es muy GTA, pero cómo nos contaron sus creadores, está claro y no es algo que ellos vean mal.
También tenemos un apartado de VENTAJAS, con varias casillas a desbloquear donde vamos a poder ir sumando diferentes habilidades (movimientos especiales en su mayoría) al personaje. MISIONES, es un apartado donde vamos a poder llevar un control de todos los achievements que vamos desbloqueando. En HABILIDADES, vamos a poder asignar nuevos movimientos que vayamos ganando con la experiencia a ciertos botones de acción rápida. La CÁMARA no necesitaría explicación, pero más allá de poder tomar fotografía a diferentes partes del mapa que nos gusten, también sirve para cumplir diferentes misiones, como ya comentamos antes.
Vivimos bajo el mismo techo con un grupo variopinto de amigos, como ya dejamos claro. Cada uno de ellos, sin embargo, pertenece a diferentes bandas, grupos, facciones, como quieran decirle. Y quizás haya alguna cara larga cuando vayamos por ahí y nos enfrentemos a estas facciones, pero nunca resulta ser nada grave, porque más allá de la fidelidad de cada uno de los personajes a sus grupos, hay una cuestión de amistad inquebrantable que queda establecida desde un principio. Bajo todo este contexto es desde donde se cuece la historia principal, que resulta ser mucho más que “ir recorriendo el mapa matando a todo lo que se me cruce”.
Bueno, la frase del párrafo anterior es real, podemos hacer eso y se siente muy divertido, pero Saints Row se separa del resto de los juegos similares con una nueva premisa: muy a lo Walter White, no nos alcanza con delinquir para otros, así que vamos a pensar en grande y armemos nuestro propio imperio del crimen. Y el juego te deja hacerlo, pero no así porque sí.
Vamos a tener que empezar de cero, primero, cumpliendo misiones como veníamos diciendo, ganando puntos, respeto, habilidades. En cierto momento, vamos a poder empezar a crear nuestro propio emprendimiento, empezando desde abajo. Con el tiempo, las acciones ilegales van siendo cada vez más grandes y dejándonos más dinero. Con el suficiente tiempo invertido, ya vamos a poder tener nuestro propio lugar para hacer negocios, fiestas, e intentar ser los mayores criminales que un pueblo como Santo Ileso jamás conoció.
La ciudad que no duerme… porque tiene miedo de cerrar los ojos
Hablando de Santo Ileso, este lugar con una gran reminiscencia a México, está dividido en varios distritos, donde no solo las diferentes facciones controlan lugares específicos, sino donde también vamos a notar el cambio radical del mapa. Siempre dentro de un mismo bioma, por así decirle, vamos a tener distritos como Rancho Providencia, que es el más parecido a un barrio, con casas bajas, mucha tierra y autopistas que lo rodean.
Lakeshore es como el distrito capital, lleno de rascacielos, estética moderna, todo muy limpio y sin demasiados espacios verdes. Monte Vista, por ejemplo, tiene algo de los dos anteriores. Hay mucho espacio desierto, pero con casas que parecen mansiones, es donde está verdaderamente el dinero, la fiesta. Estos distritos y muchos otros más, son los que vamos a tener que controlar, y dominar, para que queden bajo nuestro mando.
Volviendo a nuestra casa, cuando todavía somos unos criminales de poca monta, otra cosa interesante es el garage. En él vamos a ir acumulando diferentes vehículos, a los que vamos a poder personalizar casi de forma tan detallada como a los personajes. Muchas veces, las cosas que le agreguemos a nuestros vehículos nos pueden ayudar en la difícil tarea de completar muchas de las misiones.
Lo más divertido es que si no queremos arruinar nuestras preciosuras con ruedas, las podemos dejar estacionadas en cualquier lugar y, sin dificultad alguna, robar un vehículo que veamos a tiro para continuar con nuestras fechorías. Cuando volvamos a casa, nuestro carro estará en la cochera, como debe ser. Cada vez que subimos a un vehículo, sea nuestro o “prestado”, vamos a escuchar lo que viene a ser la banda de sonido del Saints Row. Mucho rap y mucho metal, con artistas como Busta Rhymes, Delinquent Habits, DMX, Hatebreed, In Flames, Meshuggah, Slayer e incluso ROSALÍA, entre otros artistas y abarcando otros géneros.
Otro de los aspectos con los que Saints Row se desprende del resto, es la dinámica de la acción que propone. En ese aspecto, el juego es una locura. Y no tiene nada que ver con la dificultad, sino con su epicidad. La cantidad de enemigos que aparecen en escena, la cantidad de formas de salir de una misma situación, la cantidad de armas que podemos usar, los ataques cuerpo a cuerpo. La posibilidad que se nos regala de hacer básicamente lo que se nos cruce por la mente le otorga, como dijimos, una dinámica impecable, ya sea cruzando disparos escondiéndonos detrás de una roca o eliminando motos en el techo de un auto en plena persecución.
El juego es tan variado, tiene tantas aristas que logra abarcar, que es muy difícil ahora sí, que se torne aburrido. El mayor esfuerzo de desarrollo, creemos al menos nosotros, está puesto en el desarrollo de la acción y el inmenso abanico de cómo ocurren las cosas y de cómo “solucionarlas”. Es por eso que sus misiones se separan de un sandbox, y por eso, suma muchos puntos.
Visualmente, el título es impresionante. La cantidad de elementos que vemos en pantalla constantemente es abrumadora, y si nos detenemos a mirar en detalle, cada objeto tiene su propio sentido de ser. Santo Ileso tiene vida propia, y de eso no hay duda. El tráfico, los NPC, incluso los enemigos de otras facciones, todos están haciendo algo en todo momento. Estemos en el desierto o en la ciudad, o nadando por un rio o conduciendo una moto a toda velocidad, las texturas, las luces, las partículas, todo funciona a la perfección.
Probamos el juego en nuestras dos máquinas de siempre (i7 de sexta generación con 24GB de RAM DDR3 y una GeForce 1050ti VS i9 de décima generación con 64GB de RAM DDR4 y una 3080.) y con las obvias diferentes gráficas, la experiencia de juego se siente hermosa en ambos casos, gracias a una optimización increíble. Dicho sea de paso, los requisitos mínimos del juego son bastante bajos teniendo en cuenta que hablamos de un AAA a todo trapo y eso es algo que siempre hay que destacar.
Como escribimos en la preview de Saints Row que hicimos algún tiempo atrás, estamos frente a un reinicio que se siente muy bien. Deja de lado todos los títulos anteriores, pero mantiene esa cuestión excéntrica, medio bizarra por momentos, centrado por completo en la acción y en una inmensa libertad para que podamos hacer de todo sin sentirnos realmente limitados. El alma de lo que hizo grande a la saga sigue estando, pero con un nuevo propósito de ser, una nueva búsqueda que se siente mucho más cinematográfica. Poder crear nuestro propio imperio del crimen con plena impunidad nunca se sintió tan bien. Saints Row es, definitivamente, uno de los juegos más locos y divertidos que jugamos en los últimos tiempos.
FECHA DE LANZAMIENTO | 23 de agosto de 2022 |
DESARROLLADOR | Volition Inc. |
DISTRIBUIDOR | Deep Silver |
PLATAFORMAS | PC, PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X/S, Google Stadia |