Desarrollado por MOB Games, Poppy Playtime es un juego de terror para chicos, e incluso los grandes, que fue todo un éxito. Te contamos todo en esta review de PC mientras estamos esperando su segundo episodio.
Poppy Playtime fue todo un suceso entre los más chicos cuando fue lanzado en 2021. Si uno mira detenidamente el juego, y mejor aún, si se predispone a jugarlo, vamos a entender por qué: el título de MOB Games es un juego para chicos, pero con concepto adulto. Es de esas experiencias que, preferentemente, recomendaríamos que los niños jueguen acompañados de sus padres, hermanos, tíos o quien fuese. ¿Tiene escenas gráficas que los más pequeños no puedan ver? No, no es tanto por ese lado. Es que el juego en primera persona que crea un ambiente particular, y tiene algunos momentos de tensión, que realmente podría asustarlos. Ideal para Halloween, pijamadas o reuniones de amigos, jugamos Poppy PlayTime en su primer y corto episodio en PC (también está para Android y iOS) y te contamos todo.
Puntos de vista y percepción
El juego es corto, no dura más de media hora, y tiene un precio más que accesible si lo quieren ir a comprar en este momento (60 y algo de pesos en Steam). Se trata del primer episodio de varios, y volvió a estar en boca de todos porque dentro de muy poco va a salir en segundo episodio. Y en esta parte es donde los jugadores se dividieron, algunos que lo tomaron literalmente como un juego de terror complejo, y lo criticaban por el concepto, por el poco terror y por su duración. Pero no tenemos que olvidar que es un juego en primera persona para chicos, y la vara que utiliza teniendo eso en cuenta, está muy bien equilibrada.
El contexto, lo que le da forma a la experiencia
Lo primero que sorprende en Poppy Playtime es todo lo que se genera alrededor del objetivo principal del juego. La historia nos pone en la piel de un ex empleado de Playtime Co., una fábrica de juguetes exitosa que tiene personajes propios como Huggy Wuggy, Cat-Bee, Boogie Bot y la emblemática muñeca de la empresa, Poppy Playtime. La fabrica llevaba diez años cerrada tras la desaparición de todos sus empleados, pero de un momento a otro, nos llega una cinta de VHS con una publicidad de la empresa, y una carta que nos dice que el personal desaparecido todavía sigue dentro de la fábrica.
Y acá nos detenemos porque vale la pena destacar lo que explicamos al inicio del párrafo anterior. Ya de entrada, la publicidad que vemos de Playtime Co. está muy bien lograda, con un aspecto retro muy bien cuidado. La historia no escatima en meterse de lleno en el terror, y se sigue sosteniendo todo es halo de realidad con varias cintas VHS que vemos dentro de la fábrica, llenas de grandes diseños y todo un cumulo de detalles que realmente denotan que hay un buen trabajo detrás. Por eso decíamos que, más allá del gameplay y de lo que proponga el juego desde sus mecánicas y sustos, hay un concepto pensado, bien realizado, que brinda un contexto que nos hace saber que, si bien el juego puede ser para chicos, los desarrolladores se lo toman en serio.
Climas, ambientes, y un juego serio
Una vez dentro de la fábrica, los climas empiezan a ser un factor importante. El silencio, la oscuridad, la soledad aparente, todo está muy bien pensado para que empecemos a sentir esa inseguridad de estar dentro de una fábrica donde las cosas no van a salir bien. Jugar es muy simple: nos movemos, saltamos, interactuamos con algunos objetos, y más adelante conseguimos unas manos extensibles (llamadas GrabPack) que nos van a ayudar a tomar objetos a la distancia y a llevar energía de un punto A a un punto B. Esto, que lo explica la propia publicidad del juguete antes de agarrarlo, va a ser un factor vital para poder resolver varios puzzles del juego.
¿Es un survival horror, una aventura gráfica de terror, o qué?
Y es que uno de los desafíos que tiene Poppy Playtime, es la resolución de varios puzzles simples. A eso se le suma una persecución con bastante tensión que dura cerca de un minuto (pero es un minuto a todo trapo) y no mucho más. Vale recordar que es un juego para chicos de 30 minutos de duración aproximadamente. Y si, no vamos a mentir, se siente corto, te deja con ganas de más. No solo porque la propuesta es simple, divertida y atrapante, sino porque la historia queda inconclusa. En algún punto, todo se siente como si Chucky conociera a Annabelle y llamaran a Demonic Toys para mirar en VHS la película de Nicolas Cage llamada Willy’s Wonderland.
El juego maneja un falso sentido de la seguridad. Visualmente, todo se ve extremadamente lleno de colores, pero siempre estos se ven apagados por la poca iluminación. Todas las paredes o los objetos que vemos dentro de la fábrica parecen de madera o hechos con bloques de plástico, lo que nos lleva a pensar en una juguetería y en la felicidad que eso supone, pero los climas, nuevamente, opacan este sentimiento. Incluso entre tanto silencio, el sonido de un tren de juguete se vuelve tenebroso y lo repetitivo del mismo nos comienza a poner un tanto nerviosos.
Su lenguaje audiovisual
El uso del motor Unreal le da una libertad que se nota a la legua. Todo el aspecto visual, que es simple pero maravilloso y oportuno al mismo tiempo, va de la mano con los sonidos ambiente y la música. Si bien no hay gore o violencia explícita en el juego, si podemos ver manchas y suciedad en casi todas las superficies de la fábrica, evocando quizás a la masacre que sucedió diez años antes. Las máquinas parecen máquinas, los juguetes parecen juguetes, y todas las texturas tienen el mismo trabajo encima, para entregar un apartado visual que responde a esa búsqueda que mencionamos anteriormente: el juego puede ser para chicos, pero los desarrolladores se lo toman en serio.
FECHA DE LANZAMIENTO | 12 de octubre de 2021 |
DESARROLLADOR | MOB Games |
DISTRIBUIDOR | MOB Games |
PLATAFORMAS | Microsoft Windows, iOS, Android |