Hace unos días que Long Gone Days, el esperado RPG chileno sobre un francotirador en un futuro cercano está entre nosotros, y ya nos pudimos dar el gusto de jugarlo. Enterate qué opinamos de este juego, ¡en estas líneas!
Long Gone Days es un título indie, el primer juego del estudio chileno BURA, y tras un exitoso demo que lanzó el año pasado al fin está disponible en etapa Early Access de Steam para PC. Se trata de un RPG que combina sensibilidades tanto orientales como occidentales y tiene algo para todo el mundo, así sea uno fanático de Final Fantasy o los primeros Fallout. El título está disponible en esta primer versión desde el viernes 30 de marzo pasado, y tras darle duro y parejo, acá nuestras impresiones.
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Lo primero que sorprende al lanzar Long Gone Days es que se lo nota forjado por los clásicos RPGs del pasado, y rinde un culto muy especial a los 90s sin descuidar las amenidades de los videojuegos modernos. El pixel art, impecable y cuidado, nos recuerda a Chrono Trigger o Breath of Fire por poner dos ejemplos, pero en vez de optar por un setting de fantasía con espadas y dragones nos encontramos con un grupo de soldados de una nación sin identificar. El protagonista principal es Rourke, un francotirador de The Core (“el nucleo”) que vivió y entrenó toda su vida en una base bajo tierra, y está por salir fuera de esta por primera vez en una misión. Su entusiasmo se desvanece rápidamente cuando una serie de eventos lo obligan a preguntarse si hay virtud en lo que está haciendo, y desencantarse del ejército.
Como ocurre en cualquier estructura burocrática como un ejército, cuestionar algo es ser un obstáculo, por lo que Rourke y su equipo son considerados traidores por quienes fueron sus hermanos en combate. Esto es el llamado a la aventura de un viaje donde se combinan todo tipo de sistemas como combate por turnos por momentos, diálogos de RPG que permiten negociar, puzzles ambientales, secuencias donde Rourke podrá ejercer sus dotes de francotirador, e incluso algo de novela visual. Es particularmente interesante que el combate no incluye encuentros aleatorios de ningún tipo sino que el guión los convoca. Esto permite que el balance no implique buscar pelea para subir de nivel (de hecho, no hay niveles) sino que más bien requiere hacer uso inteligente de nuestras acciones, items, equipamiento y comandos.
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A la vez, el combate por turnos de Long Gone Days funciona similar a los RPG tradicionales (“Pase usted“, “Después de usted“) pero como el setting es futurista, en vez de hechizos mágicos nuestras habilidades nos costarán puntos de la barra de moral antes que MP o algo abstracto. Así, cada personaje tendrá diferentes habilidades como Adair curar, Lynn usar bombas y ataques de área, o Rourke subir su ataque o dar golpes particularmente fuertes. Dado que no existen los niveles, la clave para ganar encuentros está en conocer qué puede hacer cada personaje, cómo subir sus stats, y explorar el ambiente para encontrar los ítems necesarios para curarnos entre encuentros.
El movilizador más grande en Long Gone Days es la historia, el conocer a los personajes, y acompañarlos en la aventura antes que lo exclusivamente mecánico de la jugabilidad como es el caso de la mayoría de los juegos debut. Este es un RPG hecho y derecho, para los fanáticos del género. Para eso, ayuda mucho que el juego está muy bien escrito, los diálogos son realistas, y cada personaje tiene una personalidad marcada e interesante. A esto se suma un look estilizado que recuerda al anime, pero no se pone indulgente con resaltar el “look” o lo “cute” de un personaje antes que su personalidad. Es el balance justo entre una historia bien contada y un aspecto visual atractivo que la acompañe.
Un factor más a destacar es la música – el título Long Gone Days es un homenaje a la canción del mismo nombre de la banda Mad Season, un supergrupo de grunge de los 90s. Fiel al estilo de los músicos Seattle, el juego cuenta con música baja de tempo, pero con bastantes tensiones, ecos en las guitarras, y melodías que vas a quedarte tarareando por lo bajo cuando te descuides – en especial la que suena durante las batallas.
Existen un par de detalles que hay que saber antes de comenzar Long Gone Days. El primero, este es un juego Early Access por lo que aún no se puede disfrutar la historia completa, pero se espera que antes de fin de año tengamos una versión definitiva de unas 10-12 horas de duración. Hasta ese entonces, nos encontramos con un juego que entrega un tercio de esto. El segundo detalle es que este es un RPG con mucho texto, y escrito en inglés – para poder disfrutarlo en más idiomas, habrá que esperar a versiones futuras, pero dado el énfasis que sus creadores pusieron en las cuestiones de idioma y lo que ellos mismos explicaron en Steam, está claro que esto eventualmente llegará.
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Esta primer versión de Long Gone Days te va a dejar con muchísimas ganas de vivir la experiencia completa y conocer qué ocurre con los protagonistas de la saga que ponen sus valores por encima de seguir órdenes. Este título sorprendentemente introspectivo brilla por sus personajes, con motivaciones e intenciones, y un sistema de juego que te permite acompañarlos en su viaje como si fueras uno más del equipo. Con el tiempo, esperamos encontrarnos con los episodios que siguen en esta aventura y que logren sorprendernos tanto como esta primer porción que cumplió su función de darnos ganas de ver más.