Review LEGO Star Wars: The Skywalker Saga – una formula hecha con bloques que no falla

LEGO Star Wars: The Skywalker Saga aúna las nueve entregas canon de la saga principal y nos permite elegir por cuál queremos empezar. Estuvimos probando el juego en PC y te contamos cómo fue la experiencia.

A pesar de que ya lleva muchísimos años entre nosotros, el mundo LEGO se fortaleció de forma intensa hace algunos años, gracias a sus excelentes videojuegos y películas. Obviamente no todo lo que toca la empresa se convierte en oro, pero si es verdad que manejan una impronta muy particular en su comicidad, si hablamos del cine, y en el concepto de aventuras, si hablamos de videojuegos. LEGO Star Wars: The Skywalker Saga no se aleja de estas afirmaciones y trae una propuesta realmente inmensa. Lo jugamos en su versión de PC y PS5 este juego de acción y aventura en tercera persona con bloques de Lego y te contamos sus detalles.

“No importa cuánto hayamos peleado. Siempre he odiado verte partir”

El título de TT Games toma las nueve películas canon de Star Wars, las mete en una licuadora, mezcla todo y va sacando trozos al azar, apostando a que no importa quien sea el que tome la sopa, seguramente alguna porción de algo conocido le va a tocar. Con su jugabilidad compra a todos aquellos jugadores que estén de paso, lejos de ser fanáticos de la saga. Con esos momentos aislados que suelen ser replicas de momentos que ya vimos en las películas, es con lo que pretende atrapar al fanboy de Star Wars, aunque como ya veremos más adelante, lo hace de forma un tanto abstracta.

LEGO Star Wars: The Skywalker Saga, como su nombre lo enuncia, te deja elegir por cual trilogía empezar, siempre pudiendo seleccionar su primer exponente para que, una vez completado, podamos jugar la segunda parte. Y lo primero que pensamos es que hay una conexión entre todos los episodios porque es algo que ya está hecho. Lamentablemente, las historias que se cuentan tienen una narrativa apresurada, bastante tosca por momentos, y el hilo conducto brilla por su ausencia. El juego se preocupa más por ofrecer cientos de objetos coleccionables que por contar una historia sólida.

“No. No lo intentes. Hazlo, o no lo hagas, pero no lo intentes”

Una cosa que nos pareció muy positiva (o negativa, depende de qué lado de la fuerza lo mires) es que cada episodio se siente desarrollado por una empresa distinta. Son diferentes en concepto, incluso técnicamente. Hay algunos episodios que son demasiado cortos, otros que son más extensos y frondosos en cuanto a la propuesta. Hay algunos que tienen una dificultad elevada en cuanto a acción y plataformas, y otros que son tan simples que pueden llegar a ser monótonos. Es como una montaña rusa de emociones, que pasa de momentos muy altos a otros que se encuentran muy por debajo.

El aspecto visual del juego es asombroso. El concepto es el mismo de los otros juegos: mundos creados a partir de ladrillos LEGO. En este juego, tenemos todo lo que podamos imaginar, desde Mos Eisley hasta Tattooine, mundos llenos de vida propia, enemigos, extraños alienígenas y una fidelidad con la saga original que realmente nos va a quitar una sonrisa más de una vez. Como siempre nos gusta mencionar, hay una atención el detalle que es inmensa, sobre todo teniendo en cuenta que estamos hablando de un mundo hecho de ladrillos. El detalle de la arena sobre los pies de los personajes que caminan por el desierto, por ejemplo, es para sacarse el sombrero.

“Actúa solo cuando puedas mantener el equilibrio”

Nuestros personajes tienen arboles de habilidades que podemos ir desbloqueando y evolucionando gracias a unos bloques brillantes que vamos a ir encontrando por todo nuestro recorrido. De hecho, los vamos a ver marcados en el mapa, y lejos de ser algo por lo que debamos luchar para obtener, se van a convertir en las monedas del Mario o en los anillos del Sonic. Simples objetivos a recolectar sin ningún desafío de por medio. Y no es algo que podamos dejar de lado, ya que en cierto punto se hacen necesarias ciertas habilidades avanzadas para poder continuar.

Y como dijimos en un principio, el juego centra su base solida en esto de coleccionar cosas. Cuando terminamos cada fase, se nos hace saber todo lo que recolectamos en forma de misiones alcanzadas o no. Y así como te recompensa por hacerlo, su comunicación tienda a la tristeza si no lo hacemos. Es como si te premiase por hacerlo, y de alguna forma psicológica inconsciente, te castigara por no hacerlo. En este aspecto, el juego asume que todos los que queramos disfrutar de él, también somos fervientes amantes de la recolección obsesiva de coleccionables. Si solo querés divertirte, pasar los niveles rápido y terminar el juego para disfrutar su historia y su aspecto visual, el juego te lo hace saber, como imponiéndote un sentimiento de culpa.

“Así muere la libertad, con un estruendoso aplauso”

¿Vale la pena gastar tanto tiempo recolectando estos ladrillos Kyber? Uno, a simple vista, diría que no, pero el juego cree lo contrario. Y quizás si estos ladrillos fueran una recompensa por haber descubierto algo que es parte vital del desarrollo del juego, o por ayudar a otros personajes, o lo que fuese que se justifique en base a la historia, la impronta sería diferente. El problema es que los desafíos que te proponen para llegar a estos ladrillos o bloques son poco interesantes, los más simples son muy sosos, los complicados te hacen sentir que no vale la pena hacer todo eso por un simple cristal. En resumen: se sienten forzados, como metidos sin tener sustento alguno.

Suena complejo quizás, pero LEGO Star Wars: The Skywalker Saga es mucho más compacto en los pequeños momentos, que desde su visión general de la propuesta. La historia, si la vemos a gran escala, no es sólida como uno podría esperar. Pero esos pequeños momentos que son parte de icónicas escenas de toda la saga, donde estás en pleno combate, o resolviendo algún puzzle, o incluso arreglando alguna nave, se sienten geniales. Son momentos que no querés que terminen, donde el entretenimiento vuela por los aires y todo se siente tan bien, que cuando volves a juntar coleccionables el contraste te pega fuerte. Pedir que todo el juego tenga esa magia tan intensa quizás sería un poco pretencioso, pero poder disfrutarla al menos en breves dosis se siente muy bien y vale la pena.

“Deja que el pasado muera. Mátalo, si es necesario”

Como la gran mayoría de los juegos de LEGO, este no falla a grandes rasgos. Claramente está pensado para fanáticos de la saga, quienes la van a pasar de diez por las referencias, los mundos, los personajes, los momentos icónicos, y todo lo que el juego tiene para entregar. Aquellos que vengan más por la acción y la aventura, van a recibir también un muy buen juego, aunque con sus altibajos. Como ya quedó claro, a nivel técnico el juego es impecable, y como toda obra de arte, llegamos al punto donde todo se vuelve subjetivo: depende el tipo de jugador que seas, te va a gustar más o te va a gustar menos. Nosotros, desde nuestra experiencia con el título, recomendamos que todos los que puedan le pongan sus manos encima. Es uno de esos exponentes que hay que jugar alguna vez en la vida ya seas grande o chico.