Hellbound nos propone un salvaje paseo infernal en un shooter que llega 30 años tarde ¿Será muy tarde para él? descubrilo en esta Review.
Hellbound, la creación del estudio argentino Saibot Studios, se propone rememorar los clásicos shooter del género como Doom, Quake o Duke Nukem 3D y se declara como un juego que llega 30 años tarde. ¿Habrá sido la nostalgia suficiente munición para este game o será demasiado tarde para él? Enterate en esta Review.
Su historia: Un paseo por el infierno
La historia de Hellbound se remonta a su proyecto Kickstarter que inicio junto con la salida de su modo supervivencia gratuito que a dhoy sigue disponible en Steam. El éxito del proyecto garantizó la producción de un modo campaña que en Cultura Geek tuvimos la oportunidad de jugar para esta Review.
En lo que a lore se refiere, podemos decir que la historia de Hellbound es más una excusa para meternos de lleno en su gameplay que otra cosa. En el game vamos a descender al mismísimo averno a punta de pistola con nuestro “héroe” llamado Hellgore.
Hellgore es un sujeto rudo y torturado, como sus propios creadores lo describen, que busca vengar a su pueblo que fue masacrado por los demonios infernales que ahora amenazan a la humanidad. En su camino a pura esquirla Hellgore deberá derrotar a las huestes del inframundo para eliminar la amenaza que ahora se cierne sobre los seres humanos.
La misión de este emisario improvisado de la humanidad es llegar al final de su recorrido por el tártaro para destruir una serie de torres que conectan la tierra con el infierno y que permiten que las criaturas del más allá invadan nuestro mundo.
Gameplay: Gore, strafe y esquirlas
Hellbound busca ante todo rendir homenaje a los shooter clásicos y no se sonroja en utilizar elementos que ya hemos visto incontables veces en el género. Sus mecánicas se resumen básicamente en dispararle a todo lo que se mueva sin freno y sin compasión.
Entre sus principales elementos jugables encontramos el clásico strafing; es decir el clásico movimiento hacia los costados para esquivar proyectiles típico de Quake, entre otros. A lo que sumaremos el salto en algunos tímidos segmentos de plataformeo y la resolución de puzles para abrir puertas que nos permitan avanzar en los niveles que en todos los casos requerirán algo de back-tracking para obtener llaves que abrirán la siguiente puerta bloqueada en nuestro camino.
Aún cuando esta mecánica de puzles intenta aportar una mínima variedad a la experiencia de juego, su simpleza y lo repetitiva que se torna terminan por reflejarse incluso en el propio personaje. En un guiño a la cuarta pared Hellgore se queja de tener que obtener tantas llaves para avanzar en la aventura, otra vez.
Los niveles de Hellbound se encuentran poblados, más no infestados, de enemigos que en más de una ocasión aparecen a nuestras espaldas o de manera inesperada para ponernos las cosas más difíciles. Los enemigos no presentarán más que un par de variaciones y en muchos casos se tratará de una re-skin del enemigo básico del juego.
Un infierno limitado
Por otro lado y en una decisión que podría ser cuestionable en Hellbound se incluye a un tipo de enemigo, que no te anticiparemos, que posee un daño claramente des-balanceado respecto al resto y que podrá eliminarnos casi al instante. Aún así, de identificar su patrón de ataque y elegir el arma correcta este enemigo no será más que una molestia.
Entre el arsenal disponible en el juego para enfrentar a los demonios, veremos un limitado número de opciones diferentes: Un garrote, una escopeta simple, una escopeta triple, un fusil y un lanza-misiles ¡Y sí, adivinaste! la escopeta triple está rotísima.
Los combates que suelen tener sus momentos altos en zonas en las que acabar con un mayor números de enemigos se terminarán asimilando mucho entre sí y la ausencia de jefes planteará un deterioro de la experiencia a medida que vayamos avanzando y ansiando más sangre y acción.
Por otra parte, su diseño de niveles oscila entre zonas abiertas con amplios espacios y plataformas, y zonas cerradas y casi claustrofóbicas. Sin duda las últimas son los momentos en los que Hellbound más muestra su brillo como obra de acción y disparos.
Un apartado artístico ¿infernal o un infierno?
El diseño artístico detrás de Hellbound muestra un diseño cuidado para nuestro protagonista, pese a que no podamos apreciarlo la mayor parte del tiempo, y un estilo muy vintage para los enemigos. Algo que sin duda cumple con ese viaje al pasado que el juego nos promete.
Respecto a sus niveles presenta un tono más que acorde con el estilo del game y a pasajes de la saga Doorways del estudio Saibot. Aunque se acusan momentos más detallados y otros mucho menos inspirados en lo que a su diseño respecta.
En el apartado sonoro, los efectos cumplen con ponernos en las botas de Hellgore y mantenernos pegados a la acción; al igual que sus melodías compuestas originalmente que son una ebullición de música heavy-metal.
Como último detalle de este apartado; se destaca la actuación de voz de Artie Widgery al interpretar a Hellgore y que logra un registro que nos recuerda mucho al mítico Marcus Fenix de la saga Gears. Aunque nos deja con muchas ganas de más debido a sus escasas líneas de diálogo.
Conclusión
Como palabras finales sobre este Hellbound podemos decir que además de ser una auténtica alegoría a tiempos pasados; el juego nos permite gozar de las virtudes y por qué no sufrir los vicios de todo lo que un shooter de hace 30 años atrás tenía para ofrecernos. Aún con una experiencia magra de poco más de 3 horas de duración; sin dudas Hellbound resulta un buen punto de partida para un universo que esperamos Saibot Studios pueda seguir alimentando.
FECHA DE LANZAMIENTO | 04 de Agosto de 2020 |
DESARROLLADOR | Saibot Studios |
DISTRIBUIDOR | Nimble Giant Entertainment |
PLATAFORMAS | PC |