Final Fantasy XIV ya tiene su beta disponible en PlayStation 5, donde podemos ver el juego en consolas en su mejor forma. Te contamos todo lo que tenés que saber, ¡en esta nota!
Final Fantasy XIV, el MMO más importante del momento, lanzó su beta oficial para PlayStation 5. La historia de este JRPG se contó mil veces, pero la versión corta es que cuando el juego lanzó para PS3 y PC allá por 2013 fue un estrepitoso fracaso que casi hunde a Square Enix. Sin embargo, un cambio de liderazgo bajo la mano maestra de Naoki Yoshida logró dar vuelta la historia y llevarlo a la cima del mundo. Esta versión, con todas sus expansiones, será la que eventualmente llegue a PS5 y de la que te adelantamos cosas de su beta pública.
¿De qué se trata?
Final Fantasy XIV es un MMORPG puro y duro con setting de fantasía. Allí, crearemos un aventurero que visita la tierra de Eorzea, se embebe en su historia, y así se convierte en un héroe legendario. Al principio del juego elegiremos entre varios “trabajos” que se ajustan a los roles de daño, soporte o tanque con un giro Final Fantasy. Estos nos harán arrancar en tres ciudades distintas – una en el desierto, una en los bosques o una en la costa. El mundo es enorme, vibrante y está lleno de personalidad desde que arrancás. Además, a medida que progresás y subís de nivel, desbloqueás nuevas actividades con más jugadores.
A nivel historia, Final Fantasy XIV es espectacularmente elegante y se hace cargo de lo que pasó. Consciente del fracaso de la “primer era” del juego, se narró un evento apocalíptico conocido como “la calamidad”, donde el mundo fue salvado por quienes se supone que fueron los jugadores de aquel momento. Así, tomaremos control de un sucesor de estos héroes a medida que descubre la historia real y sus poderes. Así, a lo largo de sus expansiones, comienza a meterse en la vida política, a enfrentarse a distintas facciones y villanos, y vivir una historia que tiene un poco de anime, un poco de Star Wars y mucho, mucho, muchísimo de Final Fantasy.
A nivel jugabilidad, si jugaste antes un MMO sabés más o menos qué esperar. El juego está lleno de quests al estilo “Pepe quiere que mates 4 cangrejos“, “Marta necesita 5 cuernos de cascarudo“, y así. Como cada vez que llegás a una nueva área Final Fantasy XIV pasa bastante tiempo ahí, te las podes poner de fondo mientras seguís la historia principal y por suerte mucho no molestan. Las armas de tu personaje son las que regulan su “trabajo”, y así podés cambiar entre arcanista, arquero, conjurador o guerrero con lanza, daga, o espadas entre mil otras clases. Luego podrás convertirlas en trabajos más clásicos de Final Fantasy como mago blanco, mago negro, dragón, paladin, ninja y más. Podés cambiar cuando quieras a lo que quieras, pero cada uno se sube de nivel por separado.
Cada trabajo tiene sus propios comandos únicos que se desbloquean a medida que subís de nivel. Si bien empiezan básicos con un golpe y una acción especial, eventualmente terminás por armar combos que son increíblemente efectivos. Tu héroe así va a poder entrar en misiones especiales en las que te agrupas con otros jugadores para taclear desafíos increíbles y así progresar la historia en un ciclo que nunca realmente termina y que podés llevar a tu ritmo. Además, con los parches más recientes se retocó la tasa a la que ganás experiencia, por lo que muy rara vez vas a estar parado en el medio de un área matando bichitos a ver si subís de nivel. El ritmo de la experiencia es espectacular y super dinámico.
Si nunca jugaste un MMO, pero por ejemplo sos fan de Final Fantasy o te da curiosidad la buena prensa del juego en los últimos años, tenés que saber que si bien FFXIV es posiblemente el mejor de su género, los MMO son distintos a otros juegos por completo. Esta es una experiencia más relajada y lenta que jugar juegos más activos, y muchas veces vas a recorrer el reino mientras hablás con tus amigos y gente con la que compartas tus aventuras.
El factor social, para algunos, pesa más incluso que la misma jugabilidad y a veces no te metés a estos juegos para ir a hacer quests o subir de nivel sino para charlar con tus amigos. No entres acá esperando la gratificación inmediata de un shooter o juego de acción porque de ser así, simplemente vas a pasarla mal aunque este sea en términos relativos un MMORPG aceleradísimo.
Lo siguiente a destacar es que si bien hay instancias donde obligatoriamente tenés que jugar con otros jugadores, no necesariamente tenés que participar del aspecto social del juego. Existe un sistema de colas y una comunidad que se dedica a ayudar a otros jugadores. Por eso, con solo llegar a las instancias grupales y esperar, eventualmente vas a conseguir randoms que te acompañen en tu travesía por los encuentros más duros. Es en estos donde tenés que jugar mejor y más parejo. Tenés que saber cómo posicionarte en el campo de batalla y qué tipo de acciones hacer para trabajar como una unidad mientras causas daño, distraes a los enemigos o curás a tus aliados, por ejemplo, mientras los enemigos telegrafían sus ataques de área que tenés que intentar esquivar.
Qué trae de interesante la versión de PS5
Final Fantasy XIV se ve hermoso en PS5, y eso no debería ser una novedad: por supuesto que pasa. El detalle de las texturas, los FPS y la calidad visual hacen que te resulte increíble pensar que un mundo así de grande y cargado de detalles pudo siquiera haber existido en PS3, en el estado que sea.
Sin embargo, donde más se nota el salto de generación es en los tiempos de carga. Antes era pesadísimo salir de una zona y entrar en otra. Considerando lo mucho que te trasladás en estos juegos, se notaba que perdías una cantidad de tiempo brutal, al punto de preguntarte por qué jugar en consola y no en PC. Esto ya no pasa, la transición ahora es suave y dura apenas un par de segundos. No, no es inmediato, pero el cambio es día y noche.
El otro aspecto que es importante es que quizás jugar un MMO en consolas intimide o moleste porque consideres que un joystick no te da la misma cantidad de opciones. Esto es cierto, pero FFXIV es sorprendentemente elegante con su sistema de control. Además, la quickbar configurable hace que puedas realizar casi todas tus acciones con dos botones, o que si necesitás un cursor, puedas usar el pad táctil en tu Dualsense. Esto también era así en PS4, pero la función de vibración aporta bastante.
Ahora sí, si bien casi nunca vas a necesitar el mouse, tu juego va a ser mucho más cómodo si tenés uno para buscar entre tus ítems, recorrer los menúes y hacer ese tipo de cosas, el poco tiempo que lo necesites, vas a lamentar muchísimo no tenerlo. Finalmente, si también querés chatear o dar mensajes a tus compañeros, el teclado es indispensable ¡Ojalá hubieran más puertos USB en el frente!
En conclusión
Final Fantasy XIV tiene muchas mejoras en calidad de vida gracias al hardware de la PS5 con tiempos de carga reducidos. Gracias a los más recientes parches que aceleran tu progreso por la historia principal, el único motivo para no jugarlo es que no te interese.
Si tenés siquiera un interés pasajero en este título, tené en cuenta que aunque las expansiones más recientes son pagas, como siempre, tanto el escenario base del juego y la expansión Heavensward se pueden jugar gratis. Si pensás que el juego tiene 5 “temporadas”, tener acceso a dos gratis te tiene que dejar en claro si querés sumarte a este viaje y pagar de ahí en más – aunque cueste $15 dólares por mes que no es poco. Eso sí – te repetimos que te tenés que conseguir un mouse, porque hay cosas que no se pueden reemplazar.
FECHA DE LANZAMIENTO | 13 de abril de 2021 |
DESARROLLADOR | Square Enix |
DISTRIBUIDOR | Square Enix |
PLATAFORMAS | PS5, también en PS4 y PC |