Final Fantasy 16, la más reciente entrega de la saga, está por aterrizar y tenemos buenas noticias: es casi una obra maestra. ¿Por qué casi? Te contamos todo lo que tenés que saber.
Los videojuegos hacen algo diferente a otras obras que pintan mundos como puede ser el cine, la literatura, o una serie de TV. En control de un protagonista y tomando acción directa sobre lo que ocurre se pueden construir narrativas con un peso único de responsabilidad donde en cierto modo podés sentirte inmerso de un modo diferente. Podés sentir que agarrar el joystick es vivir en carne propia la determinación para enfrentarse al mal y luchar por tu vida y la de las otras personas que viven en ese mundo con vos. Final Fantasy desde siempre es experta en estas narrativas y ahora Final Fantasy 16 promete renovar la fantasía (jeh) con un nuevo viaje a cargo del dream team que hizo el genial FF14. Esto vimos después de jugarlo en PS5.
Final Fantasy 16 es la más reciente entrega de la saga de RPGs más importante de la historia y está creada por Yoshi-P, escrita por el equipo que nos trajo FF14 Heavensward y musicalizada por Masayoshi Soken – la vanguardia creativa y el equipo más innovador de Square Enix. Esta nueva entrega sigue la dirección cada vez más frenética hacia el juego de acción que se viene acentuando desde FF11 y FF12 en adelante y ahora suma al diseñador de combate Ryota Suzuki (Dragon’s Dogma, Devil May Cry) para presentar un híbrido único.
Este es un título de mundo semiabierto con áreas que se desbloquean a medida que progresas la historia y por donde te movés y combatís en tiempo real, más con habilidad que con números y estadísticas, que también están y cuentan. Es un juego lineal donde vivís una historia única y sin elecciones, pero donde podés ir a todos lados y hacer de todo. Así, podés revisitar áreas para sidequests, moverte con la historia o tomarte tu tiempo para hacer cosas estilo cacerías, ayudar a personas en quests únicas o buscar materiales para mejorar tu equipamiento. Es un combo maestro que adapta los mejores puntos de FF15 y FF7 Remake, está lleno de personalidad y color y suma un combate hecho por expertos del género que enamorará a los fanáticos del juego de acción.
La historia y los personajes
En Final Fantasy 16 controlamos a Clive – solo a Clive y nada más que Clive. Esto marca una diferencia con otros FF donde controlabas a todo un grupo de aventureros: acá es un único protagonista. Él es un noble del reino de Rosaria con el título de Primer Escudo, una especie de guardaespaldas de su hermano Joshua, que heredará la corona del reino por ser el heredero del Eikon Phoenix. Esto significa que el nene literalmente tiene la habilidad de convertirse en un pájaro gigante de fuego y, a la vez que es gobernante, también es básicamente un arma nuclear que el reino puede usar para defenderse.
Una noche, tras preparar una campaña militar para proteger al reino, los rosarianos son atacados por una fuerza desconocida y ocurre lo peor: aparece una nueva criatura de fuego llamada Ifrit que en una tormenta de llamas mata al Fénix (y por consiguiente a Joshua) ante un Clive que no puede hacer nada. Así, nuestro héroe jura venganza y comenzará un viaje para llevarla a cabo. Esta es la premisa inicial, pero la realidad es mucho más compleja y lo que empieza como una historia de venganza terminará siendo una de liberar pueblos, enfrentar tiranos y arrancarle a los dioses las riendas del destino – un RPG japonés, a todo vapor.
Gameplay y mecánicas
Como primer escudo de Rosaria, Clive tiene habilidades innatas de fuego. La gracia es que podés hacer combos y atacar con tu espada con cuadrado y luego meter triángulo para disparar llamas a tus enemigos. Seguramente te recuerde a Devil May Cry con su salto de pistolas a ataques melee. Pero, en vez de magia por MP, el protagonista tiene acceso a habilidades con cooldown por lo que tenés que moverte por el campo de batalla peleando mientras esquivás golpes, hacés parry al golpear su arma con la tuya en el momento justo y más.
La cuestión es que, a medida que progrese el juego, se te van a ir sumando nuevos sets de habilidades inspirados en otros elementos que cambias con R2 y así vas a tener estilos de combate más defensivos, combate aéreo, más a distancia o completamente agresivos y que solo requieran llenar barras para liberar devastadores poderes. Es un sistema de combate recontra rico y bien pensado, que complacerá a los que solo juegan por la historia y a aquellos que realmente buscan un desafío.
Si bien insistimos con que solo tenés el control de Clive, en muchos momentos de la historia vas a tener aliados que peleen a tu lado. El más relevante de ellos es Torgal, un lobo al que le podés dar órdenes con la cruceta para que luche a tu lado y ataque o te cure, pero también habrá más camaradas que entran y salen en ciertos puntos de la trama. Estos momentos, con un equipo completo peleando codo a codo con vos, son los más Final Fantasy y hacen que los campos de batalla estén llenos de magia, caos y números de daño que saltan por todos lados. Así, la idea será que al enemigo lo vas a cansar y hacerlo entrar en un estado de “caído” donde podés lanzar tus ataques más potentes para maximizar tu daño – una mecánica común desde FF13 en adelante.
Nos vas a tener que perdonar el foco en el combate que estamos poniendo pero es imposible remarcar lo bien que funciona y hacerle justicia – es simplemente brillante, tanto como juego de acción como como RPG. Por si todo este delicioso combo fuera poco, encima se suman las batallas de eikons donde te tenés que enfrentar a poderosos monstruos clásicos de la saga en control de otros y es básicamente un duelo de kaijus. Es imposible salir de jugar estas secuencias sin pedir a los gritos un juego de Godzilla hecho por Yoshi-P y compañía. Cuando sentís el movimiento de estas bestias pesadísimas y cómo vibran en tu Dualsense la sensación cinética es una cosa increíble. No solo es un lujo la jugabilidad que se pone más intensa con cada encuentro sino que el nivel cinemático de caos, creatividad y destrucción no tiene punto de comparación con nada que ya exista. Incluso quienes se quejen de los QTE se alegrarán al saber que no solo son pocos sino que apenas sirven para dar un respiro en un combate que es mayormente en tiempo real y con mecánicas bien montadas.
El mundo
Aunque el combate es excelente, no es el único motivo por el que estás acá. Una sesión típica de Final Fantasy 16 en general implica que decidas si queres hacer sidequests o la quest principal, y así elegís tu destino desde un mapa gigante y vas a explorar en formato mundo abierto. Por lo general, todo está muy bien señalizado con marcadores verdes para sidequests y rojo para la principal y tenés mil motivaciones para conocer las diferentes áreas y explorar. El tema es que no necesariamente toda sidequest es importante pero sí están todas muy bien escritas. Acá los guionistas se despachan con historias personales que retratan la vida en Valisthea, un continente dividido en dos islas y sumido en una cruenta guerra, hambruna y donde progresa una misteriosa plaga que pudre la tierra.
Valisthea tiene seis reinos en total, cada uno con su propia estética, paisajes, monstruos y locaciones. A lo largo del juego vas a visitarlos mientras resolvés la quest principal o te haces aliados en los lugares que visitas, que seguramente te pidan ayuda para montones de cosas. Así, Clive se va a meter en la vida política de cada lugar y aliarse o antagonizar con los gobernantes, charlar con mercaderes, prostitutas, dueños de hoteles, nobles y más – y más que la recompensa en materiales de crafting, pociones o lo que fuera, es solo para vivir una buena historia que aporte color al mundo. Incluso las quests estilo “andá al pantano y traeme 3 flores” tienen algún giro narrativo único que hace que valgan la pena en vez de ser genéricas y sin alma porque justamente muestran lo distintos que son los reinos.
El mundo de FF16 brilla cuando le pasa la antorcha a los aliados de Clive y te enterás de por qué un pueblo está ahí, de por qué alguna aldea ahora está desierta, por qué se juntaron los bandidos en tal lugar o con qué motivo se cerraron las puertas de tal lugar. Incluso muchas de las sidequests son las que le dan la oportunidad de brillar a los personajes secundarios y aliados más directos del protagonista dado que la trama principal está muy centrada en la aventura del héroe. Realmente vale la pena jugar sin apurarse, con calma y viendo lo que el viaje tiene para ofrecer. Si sos la clase de jugador que dice “mucho texto” y saltea todas las cinemáticas, tenés esa opción pero te estás perdiendo la mejor parte: el tamaño no es lo que importa (que igual grande es, y te juramos que estamos hablando del mapa) sino la densidad de las historias.
La narrativa
Este párrafo viene libre de spoilers pero hay algo que tenés que saber. El fan de siempre viene a Final Fantasy porque primero y antes que nada ama las historias y en esta ocasión Final Fantasy 16 es casi perfecto. Está escrito por el equipo que ya nos trajo Heavensward y tiene a Kazutoyo Maehiro y Koji Fox a la cabeza que es una garantía de calidad porque le dan espacio a todos los personajes, que se hacen querer muchísimo y están llenos de personalidad. Así, el juego se mete con temas como la esclavitud, lo cruel de las tiranías, la importancia de los lazos y la fuerza indomable del espíritu, necesaria para cambiar el mundo. Es, literalmente un sueño ver a la saga jugando así de potente donde históricamente estuvo su mayor fortaleza y encima presentando personajes tan bien caracterizados.
El tema es que, aunque el juego hace un trabajo brillante durante las 30-45 horas que dura la historia principal (depende de qué tanto manijees con las sidequests), el último dungeon y batalla te dejan con las ganas de que hubieran hecho algo más jugado a nivel trama. El final está lejos de ser perfecto y es hasta un poco disonante con algunas de las ideas que planteó y si bien eso no borra todo lo que hizo bien antes es una pena que justo en el último segmento de una conclusión brillante la historia no logre terminar de atar los cabos sueltos a nivel temático. Básicamente, una narrativa sobre el trabajo colectivo debería haber terminado menos como un viaje del héroe individual. No vas a salir decepcionado o enojado pero sí pensando “uff, debería haber sido de otra manera“.
La accesibilidad
Final Fantasy 16 apuesta fuerte a ser un juego para todo el mundo de varias formas. Para empezar, el juego tiene dos dificultades y una tercera más dificil que se desbloquea cuando ganás y arrancas el New Game+, pero además hay una serie de accesorios que podés usar para mejorar tu experiencia. Por ejemplo, hay uno que permite que Torgal se controle solo, otro que te cura automáticamente, otro que ayuda con los combos y así sucesivamente cosa que tu experiencia sea armada a gusto. Pero también hay accesibilidad en la trama: podes ver un diario para leer qué viene pasando en la quest y también un menú que podés abrir en cualquier momento al pulsar el touchpad y recordar los términos relevantes para esta sección de la aventura.
Seamos honestos: la trama de Final Fantasy 16 no es difícil de entender. Pero, si te olvidaste si Sambreque es el imperio o la república, o qué país tiene la bandera roja, o si tal personaje era pariente o novio de tal otro, está buenísimo poder chequearlo con un botón al poner pausa. Estos menúes (en general te muestran 3 o 4 entradas a la vez, tipo cuando mirás los actores en Amazon Prime) son siempre relevantes, siempre concisos y siempre opcionales. Son una adición fantástica que todo juego debería tener. Es especialmente útil si justo dejás de jugar y volves a los 3 días sin acordarte dónde estabas.
La parte técnica de Final Fantasy 16
Final Fantasy 16 corre increíble en PS5, los tiempos de carga son prácticamente inexistentes y los gráficos son una locura. El estilo de arte, los paisajes, los modelos y valores de producción te hacen entender por qué este juego no lanzó para la generación pasada – especialmente cuando ves los juegos de luces como el fuego crepitando en la oscuridad, los rayos cuando sacás los poderes eléctricos, o el caos de tierra cuando se derrumban montañas en las secuencias más potentes. Eso sí – como casi no hay ciudades sino pueblos y aldeas, no vas a ver grandes aglomeraciones de personas pero de nuevo, esto es un juego lineal de historia y es lo que pedía la trama.
A tener en cuenta – en Final Fantasy 16 hay modo performance y modo calidad y, contra todo pronóstico, te tenemos que recomendar el modo calidad. El modo performance muchas veces tiene problemas para mantener los 60 FPS en los momentos más intensos y con lo lindo que es el estilo de arte y lo geniales que son las visuales, usarlo se siente como un sacrificio demasiado grande como para renunciar al 4K. Quedate tranquilo – los 30 FPS son sólidos como una roca (¡Y hasta prometieron que se viene un parche que mejore los FPS del modo performance!) pero jugarlo en 60 no vale tanto la pena en este caso. Fuera de eso, no hay un solo bug o queja: todo anda como corresponde.
En conclusión
Final Fantasy 16 amaga con ser el RPG perfecto y da muy cerca de la marca. A base de un combate brillante, personajes memorables, momentos de historia poderosísimos y una línea argumental que resalta y hace brillar todos los mensajes claves de la saga, este es un juego histórico que está no solo entre lo mejor del año sino que además es el mejor RPG de los últimos tiempos. Te guste Final Fantasy, Persona o The Witcher este es un juego de rol que tiene todo lo que hay que tener para codearse con los grandes y una muestra del pedigree de la saga. Sin embargo, y a pesar de las flores, es una pena que el final no esté a la altura de la fantasía (jeh) porque son apenas cosas que recién son evidentes en la última hora y pico de juego. Ahí entramos en la disyuntiva imposible de si felicitarlo por lograr lo que hizo con un RPG de la más altisima calidad o si apenarnos de que casi haya conseguido el título de “uno de los mejores de todos los tiempos” y se le haya escapado de las manos cual Argentina en el mundial 2014, por tan, tan poco. Cualquiera sea el caso – si tenés una PS5, estás obligado a jugarlo.
FECHA DE LANZAMIENTO 22 de junio de 2023 DESARROLLADOR Square Enix DISTRIBUIDOR Square Enix PLATAFORMAS PlayStation 5