Deus Ex: Mankind Divided es la esperadísima cuarta entrega de la saga en la cuál controlás a Adam Jensen dos años después de los eventos del juego anterior. Cultura Geek probó el juego antes que nadie, y esto es lo que tenemos para contarte.
Tras casi 5 años de descanso, después del aclamadísimo Deus Ex: Human Revolution llega la cuarta entrega de Deus Ex, primer secuela directa en la historia de la serie. En Deus Ex: Mankind Divided vas a volver a tomar control de Adam Jensen tras los eventos en el final del juego anterior, y ver en qué estado quedó el mundo. La franquicia regresa con mucho de lo mismo que la hizo pasión entre los fans, con secuencias de sigilo, caminos paralelos, y toques de RPG combinado con combate en tiempo real estilo FPS donde controlas un cyber humano “aumentado” que cuenta con muchísimas habilidades especiales para que juegues el juego como vos quieras. Deus Ex: Mankind Divided está disponible desde hoy para PlayStation 4, Xbox One y PC, y Cultura Geek pudo probarlo antes que nadie para contarte de qué va esta nueva aventura.
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Para quien no conozca la serie, Deus Ex: Mankind Divided es un título donde la historia toma el rol central: que no te confundan las pistolas y rifles de los trailers, Deus Ex es primero y antes que nada un RPG. No vas a estar jugando un shooter tipo Crysis, sino que la comparación más adecuada sería una fusión entre Fallout y los primeros Metal Gear Solid, donde te movés libremente por los ambientes e interactuás con quien quieras, pero cuando vas en misiones el sigilo es lo que te convierte en un arma letal. El juego usa una combinación de cámaras en primera y tercera persona (cambia depende lo que estés haciendo) para permitirte apuntar, desplazarte o acomodarte para despachar a tus enemigos – y vos elegís qué tan letal o no querés ser, pues la opción siempre queda en el jugador.
Como es una secuela directa del juego anterior, la historia de Human Revolution es de suma importancia para la trama – y por suerte, Deus Ex: Mankind Divided arranca con una cinemática opcional que te cuenta la historia para que te pongas al día en un par de minutos. Sin entrar en el territorio de los groseros spoilers, el mundo cambió y los humanos “aumentados” (es decir, con partes mecánicas) ahora son temidos y odiados, muy a lo X-men. Incluso la policía va a pararte a pedirte tu documentación mientras deambulas por la ciudad, lo que hace un ambiente super opresivo. Tras volver a la sociedad, Adam Jensen dejó de trabajar con Sarif y se unió a Interpol como el único agente cibernético, y trabaja desde la ciudad de Praga.
Los demás aumentados están confinados en un gueto donde viven de los despojos de la sociedad, sin acceso a la medicina básica y drogas que necesitan para no rechazar sus partes mecánicas, y aún peor, bajo constante maltrato policial. Entre tanto, los que quedan en las ciudades viven con terror de ser deportados a este gueto en una enorme metáfora del holocausto hecha con mucha calidad y madurez. Como el mundo está lleno de sidequests, vas a poder recorrer la ciudad (y varios locales más) de punta a punta y conocer a muchos de los personajes, sus historias, y tragedias – e incluso tomar la decisión de ayudarlos o no, aunque no vas a poder ayudar a todos.
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En lo que es la historia principal vas a interactuar con dos agencias distintas con las que podés elegir en cuál confiar y en cuál no, y cómo develar una enmarañada conspiración que incluye a la prensa, gobiernos, grupos terroristas (o luchadores por la libertad, dependiendo tu perspectiva) y más. Varias de las decisiones y acciones que tomes van a tener consecuencias, y el mundo va a reaccionar en torno a ellas – por ejemplo, si te comportás como un asesino y abrís tu camino a los tiros, varios personajes van a dudar a la hora de cooperar con vos. Incluso, dependiendo de las quests que hagas, algunas secuencias pueden cambiar para reflejar algún evento de algo que hiciste antes, pero todo con matices de grises y sin un “medidor de moral” que te felicite por hacer algo bueno o no.
La personalización hace al corazón de Deus Ex: Mankind Divided, y cada situación que se presente tiene más de una solución. Vas a poder pelear (aunque la munición escasea y es cara, pero es viable), o moverte con sigilo con todas las herramientas de tu arsenal “aumentado”. Por ejemplo, podés usar armaduras que te ayuden en combate, tomar las varias rutas alternativas para escabullirte por callejones, hackear para abrir puertas, encontrar contraseñas en notas, destruir paredes o usar tus saltos para llegar a áreas imposibles. Estas habilidades se desbloquean con puntos de experiencia y si bien al principio tenés que elegir bien qué se acopla a tu estilo de juego, sobre el final vas a ser una máquina de improvisar y ajustarte a cualquier situación. El juego es tan personalizable que incluso te permite apagar los marcadores de salud, objetivo o mini-mapa para que la experiencia sea tan inmersiva como vos elijas. De todos modos, el juego favorece ciertos estilos más que otros y hay formas de jugar mejor. Incluso en el setting de dificultad, la dificultad más alta se llama “dame Deus Ex” porque no dan vueltas: este es un mundo dificil.
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Deus Ex: Mankind Divided es muy parecido al juego anterior, pero con varias mejoras, especialmente en el apartado gráfico. Sigue siendo un juego que se ve bien y tiene un arte único, especialmente cuando es de noche, pero no alcanza a ser un tanque visual. Donde sí se nota el cambio es en la cantidad de personajes que hay en las ciudades, en lo cortas que son las pantallas de carga entre área y área, y en las vibrantes cinemáticas que acompañan la acción. De todos modos, si estás acostumbrado a los shooters más tradicionales, quizás Mankind Divided te resulte tosco – pero sería como quejarse de que Skyrim tiene un combate más pausado que Dark Souls, es un estilo completamente diferente. Otro detalle a tener en cuenta es que el ending es bastante abrupto, y esto ya genera cierta polémica en varios rincones de la red.
En definitiva, Mankind Divided es una excelente adición a la serie y una continuación más que digna del título anterior. Los pocos detalles criticables que tiene son parte del encanto de la franquicia a esta altura, y lo que hace bien lo hace muy bien. Es una historia madura, narrada con mucha calidad y donde se privilegia siempre la agencia y capacidad del jugador para decidir y afectar el mundo, y es un esfuerzo valiente que los creadores te permitan probar tantas cosas. Los modos alternativos (que se basan más que nada en resolver puzzles) te van a mantener entretenido pero palidecen ante la campaña principal, que explora el significado mismo de qué es ser humano y mantener una lucha profundamente anti-sistema. Es complicado no sentirse identificado con Deus Ex y sus masas desahuciadas y oprimidas, víctimas de un sistema que se nutre de su sufrimiento donde los medios son corruptos y las alternativas políticas poco confiables. Adam es un tipo cínico, que descree de sus empleadores y vas a dudar hasta de tus aliados – y es en este punto que se puede decir que el triunfo más grande de Deus Ex: Mankind Divided es haberle devuelto el aspecto punk al ciberpunk.