Dark Souls Remastered vuelve a traer a uno de los clásicos modernos más importantes del gaming al frente, ahora con muchísimas de sus peculiaridades corregidas o mejoradas. ¿Querés saber qué hay de nuevo en Lordran? Lo de siempre pero mejor, y te lo contamos acá.
Allá por 2011, FromSoftware sorprendió al mundo con una nueva franquicia que tomaba todo lo que habían aprendido de Armored Core y en particular Demon’s Souls, uno de los mejores exclusivos de PS3, para crear algo nuevo. Al hacer gala de su estilo de juego sin compromisos, y donde antes que historia hay atmósfera, crearon Dark Souls – un juego que demostró que podés ser obtuso, dificil, desafiante, y aún así ser pasión de multitudes. Si bien el resto es historia, y una franquicia que se convirtió en un éxito, hoy podemos revisitar aquella primera icónica entrega.
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Dark Souls Remastered, entonces, es un esfuerzo por preservar una pieza de historia para los años que siguen. Esto no es una remake completa sino una forma de poder correr el juego en consolas modernas – la PS4 y Xbox One respectivamente. La versión PC aprovecha todos los beneficios recibidos de su contraparte de consola para mostrar texturas más limpias, y una performance que no sufra tanto con algunas secciones icónicas como Blighttown, o peleas contra algunos bosses. El original se hizo legendario no sólo por las emociones que causó en algunos gamers sino también por lo que luchaba con el hardware original para correr decentemente. Esta edición arregla todo eso.
Dark Souls Remastered es, en mayor parte, un update gráfico y una forma de correr el juego en hardware actual. Sin embargo, si no lo conoces, vale la pena contar de qué va. Este es un ARPG (RPG de acción sin turnos) japonés donde controlamos a un guerrero en un mundo que se acerca peligrosamente al fin de los días por el aumento de la entropía. El juego en sí más que narrar una historia, nombra hechos y deja todo a la imaginación del jugador mientras que presenta bosses épicos, una atmósfera opresiva, y personajes que aparecen cada tanto para dar color. Pero el aspecto más recordado es que es particularmente difícil, y como si fuera un juego de Family, morís una y mil veces hasta que memorizas la locación de cada uno de tus enemigos y la forma de derrotarlos.
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En esta versión remasterizada, vas a poder ver el juego en 4K (siempre y cuando tu hardware lo acompañe), y disfrutar de un framerate estable mientras revivís algunas de las secuencias que marcaron al gaming en la última década. El nivel de ingenio a la hora de crear las diferentes áreas, que se conectan por pasadizos y permiten recorrer el mundo entrando y saliendo de diferentes regiones es aún brillante, y ya sea si descubrís la saga por primera vez o la volvés a jugar, se mantiene tan divertido como siempre. El otro aspecto que enamora de Dark Souls es el minuto a minuto, donde descubrís cómo llegar a ese item que viste en una plataforma, o cómo derrotar al monstruo que no sabías qué aberturas tenía. El remaster no cambia nada de esto, y quizás la única decepción sea lo poco que cambia todo.
Dark Souls Remastered no viene a reinventar la rueda, sino a mostrarnos qué hubiese pasado si esta hubiera estado en su mejor forma desde el vamos. Esta nueva versión es casi una copia perfecta del original, con todo lo que nos hizo enojar la primera vez, y todo lo que nos supo enamorar. Esto hace que sea difícil recomendar la versión PC, especialmente si ya la jugaste con mods y fixes – prácticamente ya viste todo. Eso sí, en consolas, es un upgrade que vale la pena porque esta vez el artefacto histórico está intacto, y en consolas actuales. Quienes debuten con esta versión no entenderán qué vimos de difícil en Blighttown, que ahora corre como corresponde, pero esto en realidad es más un alivio que algo malo.
Lo mejor de Dark Souls Remastered es la posibilidad de volver a encontrarse con el mundo de Lordran lleno de jugadores sin que haya que esperar a que algún foro de la red decida que es buena idea revivir y volver a recorrer este mundo. Te vas a sorprender, en especial si jugaste hace poco, con la cantidad de jugadores que te podés encontrar para duelos, para cooperar, y más. Para ser que este mundo es oscuro y tétrico, te vas a encontrar que una vez más está sorprendentemente poblado, y esto es fantástico dado que el online es parte fundamental de la magia del original. Eso sí, si venís de iteraciones más modernas de la saga, quizás el control de movimiento de esta primer entrega te parezca rústico.
Dark Souls Remastered queda más que recomendado si nunca jugaste el original y te preguntás qué tiene de especial – esta versión es mejor que la anterior simplemente porque es más prolija. Del mismo modo, si tenías nostalgia del juego, este remaster es la excusa perfecta para revivir la experiencia tal cuál la recordás. Eso sí, preparate para sorprenderte ante la falta de novedades y mejoras, para bien y para mal. Si Dark Souls se trata de evitar el fin de Lordran, esta versión viene a cumplir el mismo rol que el protagonista del juego, y mantiene la llama ardiendo.