Michael Jackson trajo la idea de los no-muertos que bailan con su video clip Thriller, pero esta idea todavía no existía en videojuegos hasta que llegó Crypt of the Necrodancer.
Crypt of the Necrodancer es el primer y único juego de Brace Yourself Games, un estudio independiente que parece haber tomado su nombre del peculiar meme que tiene a Ned Stark de Game of Thrones como protagonista. Esto no lo estamos inventando por inventar, pues el nombre de la protagonista predeterminada de este título es Arya – a la vez que hay un par de referencias a la serie con toques de humor. Sin embargo, el juego no tiene mucho que ver con el drama y la intriga política de la serie (a pesar de que es un roguelike, y vas a morir mucho, todo el tiempo). Crypt of the Necrodancer es un dungeon crawler donde los jugadores explorarán una serie de calabozos llenos de zombies, dragones, minotauros y esqueletos, pero donde las peleas no tienen nada que ver con turnos o acción, sino con moverse al beat de una canción.
En Crypt of the Necrodancer cada calabozo es una pista de baile sobre la que la protagonista se desliza siguiendo el ritmo de las canciones, como si fuera un juego estilo Guitar Hero o Rock Band en cualquiera de las 4 direcciones que el jugador elija. Mientras se sigue el beat, hay que reconocer los patrones en los que los enemigos trazan con sus movimientos, y atacarlos sin cruzarse en su camino para que no lastimen a nuestra frágil protagonista. Como todo roguelike, es una cuestión de prueba y error hasta que sale bien: ahí es cuando el jugador termina moviéndose por todo el mapa, recogiendo items mejorando sus armas y defensas en un trance que sólo los juegos de ritmo logran generar.
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Crypt of the Necrodancer tiene historia, pero importa poco: la gracia del juego es su gameplay enloquecedor y su soundtrack, que hace que recorrer cada dungeon sea un placer y muevas la patita junto con los dedos. Como todo juego de este estilo, un mal soundtrack significaría que el juego es malo – pero por suerte garpa muchísimo, y vas a tararear cada una de las canciones por horas, a pesar de que cada nivel dura con suerte un par de minutos. Igual, ojo, vas a morir tan seguido que vas a recorrer cada nivel muchas, muchísimas veces, y esto ayuda a que se te graben aún más.
Un detalle excelente es que en el extraño caso de que no te gustara el OST del juego, Crypt of the Necrodancer te permite subir tus propias canciones en MP3 para escuchar en cada nivel, así que podés por ejemplo explorar al ritmo del soundtrack de Hotline Miami, o escuchar el artista que más te guste durante cada sesión. Recomendamos escuchar Zomby o Kode9, pero tené en cuenta que si sos rockero o escuchás estilos que no sean tan bailables, el tempo baja muchísimo y el juego se pone bastante más aburrido – lo que está bueno es entrar en ese trance que el juego propone.
El único aspecto que no nos convenció mucho fueron los bosses, que parecen jugar por sus propias reglas y siempre ganar por alguna trampa injusta, cambiando de patrones o usando ataques imposibles de predecir. Sin embargo, el arte y la música hacen que te lo tomes con onda y te rías de lo que acaba de ocurrir, pues aunque te hayan quitado todos tus items y tengas que empezar de cero, al menos aprendiste algo para la próxima vez. En definitiva, Crypt of the Necrodancer es un excelente título si andás con fatiga de shooters o juegos de acción y querés algo que no se parezca a nada, o si te gustan los juegos de ritmo en general, pues el soundtrack sólo hace que el juego valga la pena – en este sentido, es un soplo de aire fresco en una industria que siempre va a lo seguro, y es absolutamente único. Sin embargo, si no te gustan los indies, las dificultades relativamente altas o simplemente el combate rítmico no es lo tuyo, sería raro que este título te haga cambiar de idea.