Ubsifot, a quienes ya conocemos por multifranquicias de multimillones de dólares como Assassin’s Creed, Watch_Dogs o Rainbow Six traen algo diferente para fin de año: un sandbox / mmo / juego de carreras. El concepto es único, interesante y novedoso, pero la ejecución desde el vamos muestra un par de problemas. Acompañanos mientras analizamos The Crew.
The Crew es el último sandbox de Ubisoft, uno bastante ambicioso donde se puede recorrer varias ciudades yankis y competir en varios tipos de carreras, pero además disfrutar de paisajes increíbles en una recreación de los EEUU continentales que no es exacta pero sí muy entretenida y cuidada. Eso sí: no se puede bajar del auto, esto es un juego de carreras. El título está disponible para PC, PS4, Xbox One, y tiene un port de Xbox 360 en camino, dejando finalmente de lado a la PS3. La versión en cuestión que analizamos es la de PS4.
En The Crew nos presentan a Alex Taylor, quien en una situación confusa digna de policía de Los Simpsons termina con un hermano muerto, e incriminado por su asesinato. Resulta que le ofrecen salir a cambio de colaborar con el FBI, a lo cuál el dice “sí, obvio, ya” desde el primer momento, y así empieza la aventura de tratar de detener canas corruptos y traficantes de drogas vía carreras ilegales. Esto no tendrá ningún sentido, pero es que en este título el gameplay e historia están 100%, completamente divorciados, y parecen dos juegos distintos, o un juego y una película. ¿Por cierto? Alex Taylor es igual a Gordon Freeman de Half-Life, lo que nos sacó una sonrisa.
El gameplay de The Crew lo podemos resumir en un par de palabras: bueno e innovador, pero problemático. Resulta que The Crew tiene una mezcla bastante interesante entre arcade y simulador, ni muy Need for Speed ni muy Gran Turismo o Forza, sino más bien una versión refinada de GTA. Ni bien agarras el control puede parecer que no responde del todo bien, que la aceleración está mal y es imposible tomar bien las curvas si no sacrificas toda la velocidad, pero el juego tiene un sistema de niveles donde constantemente agregas y mejoras partes al vehículo para mejorar la conducción, y por ende, tus resultados. Cuando mejoras partes, se nota, y hay muchísimo énfasis en los números.
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El problema con The Crew es que está diseñado para mantenerte ocupado desbloqueando cosas en vez de en la parte más entretenida, que es manejar. The Crew tiene ese componente semi-rpg, de conseguir más y mejores partes para cada aspecto de la conducción (maniobrabilidad, aceleración, velocidad máxima) que se ganan completando carreras, para las que necesitas más y mejores partes, y así al infinito. El juego, sin estas partes, puede tornarse frustrante porque la inteligencia artificial parece tardar menos en recuperarse después de los choques, acelerar más rápido, y contar con ventajas o desventajas de acuerdo a lo que el juego piense que es más entretenido. Básicamente, te empuja a tener que pagar las micro-transacciones con tal de evitarte el dolor de cabeza de estar trabado en algún segmento, y a menos que seas muy bueno y paciente, te vas a trabar mucho en muchas misiones.
Tampoco ayuda que además de las partes que podés comprar con dinero real de tu billetera hay un sistema de experiencia, y perks: el sistema de experiencia es lo que te permite ir desbloqueando las mejoras naturalmente (aunque, por ejemplo, maniobrabilidad no se desbloquea hasta el nivel 25, que es unas cuantas horas de juego), mientras que un alarmante número de perks parecen resumirse a “ganá experiencia (un poquito) más rápido”, en vez de cambiar la conducción o mejorar tu estilo. En el caso de The Crew, este componente RPG simplemente no garpa.
Donde este game se luce es cuando te olvidas de la historia, objetivos, y demás aspectos a lo Assassin’s Creed del título, y te dedicas simplemente a correr y recorrer por este mundo vasto, vistoso y enorme que Ubisoft creó: desde la frontera canadiense hasta la de México, desde Los Angeles a New York, está todo acá, y está buenísimo. Las carreras con oponentes humanos son adrenalina pura, y en las más largas (que pueden durar horas) hay un genuino sentido de victoria cuando las completas, aunque salgas segundo o tercero. Hay un excelente juego en The Crew, el concepto es único y la jugabilidad está buena pero todo esto está enterrado detrás de paredes artificiales de micro-transacciones, una historia cliché de hombres machos haciendo cosas de hombres machos como manejar, mirar minitas y buscar venganza. y jugabilidad creada para estirarse, estirarse y estirarse.