Los jugadores de PC y Switch tienen una nueva aventura en Blanc, un juego lleno de buenas ideas pero con una cuestionable ejecución en lo técnico. Te contamos qué esperar, ¡en estas líneas!
Blanc es lo nuevo de Casus Ludi, un estudio francés dedicado a los juegos en general, pero ahora debuta con su primer videojuego con una aventura bastante única. En este título, con estética de dibujo a mano y en blanco y negro, controlaremos un zorro y un ciervo que deberán transitar varios mapas para encontrar a sus familias. Así, con formato de aventura, plataforma y puzzle, deberemos hacer que nuestros dos personajes colaboren y hagan todo en equipo… pero manejándolos a la vez. Lo probamo en su versión de Nintendo Switch.
La gracia de Blanc es que presenta un sistema donde vos jugás con dos analógicos a la vez. La idea es que con el stick izquierdo controlás al zorrito y con la derecha al ciervo, y como no tenés que manejar la cámara porque se mueve sola, vas a ir con los dos a la vez avanzando y haciendo tareas para que tus animalitos puedan continuar con el camino. En un principio, arrancan en pistas “separadas” así vas probando a cada uno individualmente y viendo como saltan, como se manejan, cómo el zorro puede pasar por debajo de lugares mientras el ciervito debe saltar, y así sucesivamente.
Pero, la cuestión es que eventualmente y con el paso del juego los dos deberán comenzar a colaborar. Así, el sistema de juego está hecho para que por momentos se separen, el zorro tire unos troncos para formar un puente o el ciervito ponga la cola para que el otro pueda saltar alto y llegar a una plataforma. Así, vas mezclando los talentos de cada uno que deberán colaborar mutuamente para continuar avanzando.
La idea es adorable, pero la ejecución no tanto: controlar a dos personajes a la vez es confuso, y a veces hay que colaborar con un timing bastante preciso para que funcione. A esto se suma que el control es medio errático y muchas veces tenés la idea correcta pero tenés que estar parado en el pixel exacto para que el juego decida que sí, que ahora sí te va a mostrar el comando de “empujar”, “saltar”, “ayudar” o lo que sea que necesites en ese momento dado. También es un poco extraño que, al tener los animalitos cuatro patas, no podés girar en el lugar y muchas veces tenés que hacer movimientos medio abiertos que hace que sea difícil encontrar ese pixel sagrado que te permitirá progresar.
Como para palear algunos de estos detallitos, está muy bueno cuando jugás en modo dos jugadores – en especial en la Switch que podés agarrar el control, dárselo a alguien más, y seguir solo cuando se vayan. Esto hace que el control sea más fácil, pero por otro lado, puede traer frustración cuando alguien está seguro que el “pixel perfecto” está en algún lado y la otra persona te asegura que ahí no está porque ya lo buscó. Jugalo con una pareja que andás mal y estás para volver a la soltería. Jugalo con un hermano o hermana y estás listo para volver a la época de puteadas por las que tu mamá te retaba.
Pero entonces, ¿qué motivos hay para jugar Blanc?
En realidad, muchos. El arte, con sus tonos blancos y trazos a mano alzada son una preciosidad y muchas veces se siente como estar viendo una película animada independiente hecha con un buen gusto increíble. Las ideas, si bien no están bien ejecutadas, no hacen que controlar a los animalitos no sea super cute y que el mood relajante no permee todo lo que hacés. Y, la música es una preciosidad con su sonido minimalista de pianos y cuerdas, trabajado con un buen gusto increíble.
Además, aunque no estén siempre bien ejecutados, el juego te mantiene enganchado con nuevos puzzles y habilidades que vas desbloqueando de a poco. Por ejemplo, de lo primero que desbloqueás es que el ciervo ponga la cola para que el zorro suba, pero luego el zorro comienza a poder cortar sogas para abrir caminos. Después vas a tener que trabajar con los dos a la vez para tirar de puertas entre ambos y poder moverlas, y hasta hay una parte que tenés que usar el cuerpo de tus animalitos para refugiar a unos patitos del viento y que no salgan volado – siempre hay alguna mecánica o cosita nueva.
En lo que respecta a accesibilidad, el juego cumple en el sentido de que no hay game overs y es una cosa más que nada lúdica, divertida, donde toda situación tiene solución y no hay que recomenzar de ningún checkpoint – es solo ir de A a B. Sin embargo, entre la frustración del control y que muchas veces no sabes si tu idea es incorrecta pero el menú no te sale o si te estás equivocando, esto es muchas veces más fácil de decir que hacer.
Tampoco ayuda cuando te parece que tenés un plan buenísimo pero la cámara no te acompaña y te quedás trabado detrás de una pared, o cuando no podés subir una pared o plataforma porque el juego simplemente decidió que la solución es otra y por ahí no.
En conclusión
¿Alguna vez te pasó que viste un juego de lejos y pensaste a simple vista que tenía todo lo que tenía que tener para que te guste… y así y todo no te convenza? Eso es un poco Blanc, un juego donde en los papeles hay una mecánica innovadora, un arte único, y valores de producción correctos. Sin embargo, se nota que este es su primer juego y hay mil cositas que no están del todo pulidas, y es sorprendentemente frustrante para un juego que, desde el vamos, está pensado para mostrar cómo dos mitades opuestas se complementan y se ayudan el uno al otro. Blanc así pasa a la historia como un experimento interesante pero que falla en el apartado técnico.
FECHA DE LANZAMIENTO 14 de Febero de 2023 DESARROLLADOR Casus Ludi DISTRIBUIDOR Gearbox PLATAFORMAS Switch, PC