Probamos Avatar: Frontiers of Pandora en Playstation 5 y estas fueron nuestras impresiones del nuevo juego de Ubisoft basado en el universo de las películas de James Cameron. Te contamos todo ¡en esta nota!
Avatar: Frontiers of Pandora es un videojuego desarrollado por Massive Entertainment y publicado por Ubisoft para Playstation 5, Xbox Series X/S, Amazon Luna y PC. El título se lanzó el 30 de Noviembre del 2023, casi 1 año después de que la secuela del film de James Cameron, Avatar: The Way of Water (2009), llegue a los cines. Los creadores de Avatar: Frontiers of Pandora destacaron que la idea detrás del desarrollo del juego era la de expandir el universo de Avatar y no solo quedarse con replicar sucesos de las películas. Es por esto mismo que si bien sucede en la misma línea de tiempo que los films, transcurre geográficamente en un continente diferente llamado Western Frontier. Por otro lado, también posee una historia que solamente referencia lo sucedido en las películas en vez de revivir momentos que ya vimos en el cine.
Luego de la introducción arrancamos el juego en un contexto similar al de la segunda película. Acá encontramos que la organización humana RDA (Resources Development Administration) volvió a Pandora para intentar extraer más recursos naturales depredando tierra, fauna y flora en su camino. Es por esto que está en nuestras manos proteger al planeta y su gente mediante la ayuda de un grupo rebelde de ex miembros de RDA y otros clanes Na’vi.
En lo que respecta a las mecánicas, es un juego de acción en primera persona de mundo abierto con tres niveles de dificultad. Con respecto a la duración, es de casi 30 horas, aunque depende mucho de cuanto tiempo involucremos a explorar. Además de la dificultad, podemos elegir si queremos que la narrativa de las misiones sea más guiada, por ejemplo marcarnos en la interfaz hacia donde es el siguiente lugar al que deberíamos ir o si queremos dejarlo a la libre exploración de nuestro mapa y que dependa de nosotros lograr encontrar a donde ir. Esta última opción es ideal para quienes quieren una experiencia más de exploración, aunque puede hacer las cosas un tanto más difíciles.
Gráficamente aprovecha muy bien el poder de la consola de Sony con cinemáticas hermosas, mucho HDR haciendo juego de contraste de colores y brillos. Por otro lado, los efectos de neón en la noche de Pandora en donde la flora y la fauna tienen colores que brillan en la oscuridad, son excelentes. Algo bueno es que se disfruta mucho lo espléndido de la estética del planeta gracias que el HUD, es decir la interfaz en pantalla, es mínimo y nos da la información justa y necesaria relacionada con lo que está sucediendo o los botones que hay que accionar para cierto momento sin saturar la pantalla. Esto genera que estamos más tiempo disfrutando a la vista y menos prestando atención a números, flechas, puntos o guías en momentos donde no es necesario.
Cabe destacar que lleva un tiempo acordarse de los botones y de cómo manejar la interfaz, pero una vez que nos acostumbramos es para mejor. Un detalle sobre este minimalismo es que quizás por momentos se hace extrañar la idea de tener un mini mapa ya que el mapa principal no permite hacer demasiado aumento y solo nos da una vista de águila . En este podremos ver donde está la misión o donde estamos, eso si a veces puede llegar a ser confuso ubicarse como por ejemplo dentro de una base o entre cuevas.
Con respecto a nosotros, somos un o una Na’vi sin nombre que forma parte de un grupo de jóvenes aborígenes que fueron “adoptados” (entre muchas comillas) por miembros de la RDA. Por supuesto, nos hacen ir a la escuela y aprender costumbres e ideales humanos, y sobre todo ideas alineadas a lo que busca esta organización con la explotación de Pandora.
Es aquí donde hay mucho paralelismo a la historia colonial de Canadá (y de otras regiones de América) con respecto a las poblaciones indígenas. Algo que no sorprende en lo más mínimo, si recordamos que no solo James Cameron es Canadiense, sino que además participó decenas de veces en eventos con comunidades indígenas Canadienses y de otras partes del mundo para manifestarse en contra de la explotación de recursos indiscriminada, algo que se ve mucho en el trabajo de lore de Avatar en general. Toda esta información es expuesta ante nosotros en forma de cinemáticas en primera persona apenas arranca el juego o en diálogos con otros personajes.
El juego sigue intercalando cinemáticas con pequeños momentos jugables hasta que pasan unos 8 años y pasamos por la época de los sucesos de la primera película (Avatar de 2009). Aquí es donde los Na’vi empiezan uno de los primeros ataques fuertes a la organización RDA para forzar su temporal retirada del continente. Es aquí donde pasamos al momento de creación de personaje en donde podemos hacer selecciones variadas y completamente independientes entre sí de estética, tono de voz, tipo de cuerpo y otras variaciones. Cabe destacar que los diseños son muy buenos y muy distintivos entre sí, no es el típico selector de 4 caras en donde las 3 de las 4 son similares.
Por otro lado, algo a destacar es que es impresionante como los momentos jugables de la introducción se vuelven rápidamente claustrofóbicos porque estamos dentro de una de las instalaciones de la RDA, obviamente diseñadas para humanos y tenemos un cuerpo que tiene casi el doble de tamaño de uno. Sin dudas esto crea una atmósfera tensa donde hay que correr y escapar por pequeños pasillos o habitaciones y se siente casi como si fuéramos por ductos de ventilación a lo Alien de lo grande que somos.
Una vez que jugamos toda la introducción por fin salimos al mundo exterior, un increíble contraste cuando por fin después de estar una hora escapando por pequeños pasillos salimos a la inmensidad colorida de Pandora. Aquí es donde, entre otras cosas, descubrimos que tenemos un Na’vi Sense, que es como el sexto sentido clásico de los juegos de la última década que sirve para prestar atención y resaltar enemigos, puntos de interés u objetos interactuables.
Es impresionante la fluidez con la que podemos atravesar los entornos, sobre todo en el mundo exterior de pandora. Cabe resaltar que el juego toma un poco de inspiración de juegos como Mirror’s Edge en donde no necesitamos hacer una pausa para cambiar la forma en la que vamos a trepar o saltar, sino que vamos haciendo todo de forma continua casi sin parar. Sin dudas esto es algo que está perfecto porque más o menos así es como en las películas nos muestran que los Na’vi recorren su mundo con total naturalidad, generando toda una cadena de acciones de manera fluida.
Para el intercambio de bienes y servicios tenemos que juntar “partes de repuesto” que encontramos en lugares ocupados por la RDA y que luego podemos usar para comprar ropa con mejores estadísticas, armas, ya sean mejores arcos o armas de fuego y modificaciones para ellas. Algo para señalar aquí es que es en estas interfaces de intercambio puede llevar un tiempo acostumbrarse ya que parecen pensadas más para una computadora con acceso a un mouse que para consolas con joystick, ya que por momentos tenemos que usar el analogico izquierdo para mover una especie de puntero mientras navegamos menues y con el analogico derecho para scrollear hacia arriba o hacia abajo las listas de ítems. Como no podría ser de otra manera ya que no es solamente un juego de disparos, tenemos a nuestra disposición un árbol de habilidades que son algo así como memorias perdidas de nuestro pueblo originario, ya que como fuimos abducidos por la RDA de chicos no recordamos muchas de las enseñanzas que nos fueron dadas. A medida que juntamos experiencia podemos elegir desbloquear estas memorias que nos permiten subir diferentes tipos de estadísticas como Caza, Construcción, Supervivencia, Guerrero, etc…
Con respecto al mapa, no solo se ve enorme sino que se nota que hay muchísimo por explorar en todas las direcciones ya que por como funciona la forma de atravesarlo significa que podemos ir por tierra, por aire, por arriba en los árboles, o cruzando de montaña a montaña a través de raíces gigantes que se extienden por la tierra. Es una experiencia hermosa ver todo desde el lomo de un Ikran tal como lo experimenta Jake Sully en la primera película de Avatar. Dicho sea de paso, intentar encontrar y generar una conexión con un Ikran es tan espectacular y desafiante como se podrán imaginar, atravesando un largo camino de plataformas hasta lograr subir a lo alto de las montañas flotantes para encontrar nuestro mini dragón volador y salir a repartir rosca por los aires contra los invasores.
Además de la jugabilidad estándar con los botones del joystick en acciones como apuntar y disparar, Avatar: Frontiers of Pandora hace mucho uso del llamado “force feedback“, esta característica que hace que los gatillos L2 y R2 se endurezcan y ablanden según distintas condiciones, en este caso para cosas como por ejemplo en donde tenemos que hacer una combinación de fuerza con R2 y dirección con el analogico izquierdo para arrancar ramas sin lastimar árboles, y cosas así entre otras pequeñas acciones. Relacionado a esto también obtenemos una especie de pistola que nos permite ver fluctuaciones en campos electromagnéticos de aparatos eléctricos, y lo utilizamos para arreglar o hackear equipos en donde se abre un mini juego en el que tenemos que resolver una especie de laberinto digital. Con esta mecánica podemos por ejemplo hackear los exoesqueletos robóticos de los soldados de la RDA y dejarlos inoperables por algunos segundos para pasar con sigilo o atacarlos por sorpresa mientras están indefensos.
Los cambios de clima en los biomas de Pandora son increíbles, hay un contraste enorme entre un día soleado, una tarde de lluvia o una zona afectada por la polución que dejan las máquinas de la RDA, el trabajo artístico en Avatar: Frontiers of Pandora está al tope de la calidad que uno esperaría de una representación digital del mundo que James Cameron nos presentó en IMAX hace una década y media atrás. Hay que recordar que el atractivo artístico del mundo de Avatar hace rato que goza de cierta popularidad ya que es sabido que el sector interactivo de Avatar en el parque de Disney es uno de los más visitados.
Algo que quizás pueda ser una contra para algunas personas es que el juego es muy pesado en cuanto al lore de Avatar de forma indirecta y está constantemente nombrando personas, lugares, siglas, plantas o sucesos, y a la larga puede llegar a ser un poco confuso para personas que vieron las películas sin prestar tanta atención a los detalles. De la misma forma una persona que se considera fan de este universo va a estar en su salsa prestando atención a cada fecha que se nombra, a cada personaje, para que sirve cada planta y el contexto en el que están sucediendo los eventos. Pero hay que resaltar que por momentos se vuelve un poco complejo las decenas de personajes que conocemos a lo largo del desarrollo de la historia, y cómo esto genera un impacto quizás negativo en el que no llegamos a generar una conexión con nadie en particular, lo cual detrimenta un poco nuestras motivaciones. Con respecto a nuestro lugar en el mundo, sin detallar demasiado para no spoilear, pertenecemos a una especie de resistencia a la RDA conformada por un mix de Humanos y Na’vi, en donde unimos fuerzas para sobrevivir y enfrentar las atrocidades que se están llevando a cabo en nuestro planeta. Ahora, esa simplificación de nuestra motivación es otro tema que por momentos está bueno, pero que por momentos puede ser su talón de aquiles. De pronto nos encontramos con largos diálogos sobre extractivismo y derechos de los pueblos originarios de Pandora mezclados con nombrar una docena de otros personajes, y no es que el tema no este bien, el cambio climático, la explotación de recursos y los derechos de los pueblos originarios siguen tan vigentes como siempre, pero la forma de transmitirlo al jugador es pesada en forma de diálogos largos y con explicaciones muy “en tu cara”, que pueden perder a algún que otro jugador casual en el camino. No es que nuestro personaje en su recorrido personal descubre que lo que sucede a su alrededor está mal y toma la decisión de participar en el conflicto o no, sino que desde los primeros 10 minutos de juego nos dicen X son malos, Z son buenos y vos tenes que estar con los buenos y pelear contra los malos. De todas maneras es cierto que en las películas mismas el planteo es bastante binario, así que es un tema que es difícil de evitar no replicar.
Volviendo a la jugabilidad, para que se den una idea el juego recuerda por momentos al Wolfenstein: The Old Blood, en donde para completar las misiones hay que hacer una mezcla de sigilo, investigación y combate, pero con el agregado de que no peleamos de igual a igual en términos de poder de fuego y de que en Avatar: Frontiers of Pandora tenemos ambientes enormes libres para movernos y no estamos confinados a un pasillo o habitación específica donde transcurre la acción, tenemos toda la naturaleza de Pandora a nuestra disposición para correr saltar, escondernos, etc… Las misiones pueden variar desde ayudar a reparar un equipo o ir a buscar recursos, hasta la pelea directa contra 20 soldados y 5 enemigos en exoesqueletos, por eso hay un foco bastante importante en conocer a Pandora lo más que podamos, nos vamos a ver forzados a analizar las plantas y a entender sus usos, porque algunas nos pueden proveer en medio del combate con recursos para hacer flechas, otras nos pueden ayudar a treparse rápidamente a un árbol, curarnos, o mis favoritas son aquellas que explotan por cercanía o contacto, ideales para atraer a los soldados cerca de estas plantas y luego dispararles para que les exploten en las inmediaciones y nos ayude a bajarles la vida mas rápido.
De todas maneras esta clarisimo que el juego nos empuja a que intentemos lo mas posible utilizar el sigilo como forma primaria de encarar las misiones, haciendo uso de nuestros sentidos Na’Vi y el entorno de pandora antes que ir directamente al conflicto cuerpo a cuerpo, esto no es Doom, ya que en general vamos a enfrentarnos a grandes números de enemigos con poder de fuego muy superior al de nuestro arco y flecha u otras armas. Una vez que conseguimos tener una ametralladora y una potente escopeta, quizás podemos ganar un poco más de coraje para ir a sacarlos corriendo a los tiros, pero mientras tanto es bastante difícil de encarar esas situaciones si no estamos preparados. De todas maneras, ¿A quién no le gusta subirse al lomo de una especie de mini dragón con una ametralladora y salir a los tiros contra los militares enemigos? Arte.
Está claro que uno de los atractivos principales es ser quizás la primera vez que podemos disfrutar del esplendor de Pandora en primera persona con libre albedrío para recorrer, explorar y analizar cada cosa que nos crucemos admirando el paisaje, la flora y la fauna a nuestro alrededor mientras intentamos unir diferentes clanes de Na’vis para que luchen a nuestro lado en contra de la RDA. Pandora se siente realmente como un mundo vivo en donde mucho de lo que vemos a nuestro alrededor interactúa o reacciona ante nosotros de una manera u otra, como mencionamos antes por ejemplo las flores que explotan al contacto, otras que se esconden, escupen, o las sogas que nos sirven para subir rápidamente a las copas de los árboles, realmente se siente que son parte del mundo y no sencillamente decoraciones o texturas de fondo. Lo mismo sucede con los animales en donde podemos tener una actitud pasiva y solo dedicarnos a verlos pasar o quizás cada tanto defendernos si alguno se pone medio violento, o activamente cazarlos en búsqueda de recursos que nos pueden servir para crear mejoras para nuestros objetos o comida para subir nuestra salud.
Conclusión: ideal para quienes buscan un juego de acción en primera persona y fan de las pelis
En conclusión es un juego recomendable que se destaca desde lo enorme y hermoso para la exploración, con un mensaje apropiado para estos tiempos de cambio climático, y probablemente la mejor representación digital de Pandora hasta el momento gracias a explotar al máximo las tecnologías “next gen”, ideal para quienes buscan un juego de acción en primera persona basado en un planeta selvático lejano en un futuro sci fi, y con el agregado de todo el lore del universo de Avatar. A tener en cuenta como puntos en contra quizás el poco desarrollo de los personajes con los que interactuamos y la repetitividad con la que vamos, con frecuencia, a estar realizando misiones muy similares entre sí.
Plataformas: PlayStation 5, Xbox Series X|S, PlayStation 4, Xbox One, Microsoft Windows, Amazon Luna
Desarrolladores: Massive Entertainment, FoxNext, Ubisoft Shanghai, Massive Entertainment AB, Ubisoft Düsseldorf
Fecha de estreno inicial: 7 de diciembre de 2023
Distribuidor: Ubisoft
Lanzamiento: 7 de diciembre de 2023