El panel creado por la NASA para el estudio de los UAP (fenómenos anómalos no identificados) dio su primera conferencia, en donde informaron que crearán una hoja de ruta para el estudio de ovnis y que necesitan mejorar la recopilación de datos para “entender de qué se trata”.
Si bien muchos están preocupados por el gran avance de la Inteligencia Artificial, otros siguen atentos a las novedades sobre los ovnis o los ahora llamados “fenómenos anómalos no identificados” (UAP por sus siglas en inglés). Si sos uno de estos últimos, te contamos que recientemente el panel de expertos creado por la NASA para el estudio de estos fenómenos dio su primera conferencia pública para deliberar sobre sus hallazgos preliminares antes de emitir un informe a finales de julio.
Este organismo, formado el año pasado e integrado por 16 expertos de campos científicos que van desde la física hasta la astrobiología, dio una sesión de cuatro horas que dejó en claro que la NASA necesita recopilar más y mejores datos para estudiar y entender estos fenómenos que, hasta ahora, se consideran inexplicables.
“Nuestro objetivo no es arrojar respuestas sobre la naturaleza de estos eventos, sino proporcionar una hoja de ruta para estudiarlos de la manera más científica posible“, explicó David Spergel, presidente del equipo de la NASA que estudia los UAP. “Necesitamos separar las especulaciones de los hechos. Las evidencias de la ficción”.
Además, el astrofísico agregó que necesitan datos de alta calidad, ya que “los datos existentes hoy en día y los informes de testigos por sí solos son insuficientes para proveer de pruebas concluyentes sobre la naturaleza y origen de cada evento UAP”. Sin embargo, Spergel aclaró que, aun teniendo acceso a mejores datos, “no hay garantía de que cada avistamiento pueda ser explicado”.
Sobre esto, también habló Federica Bianco, una de las científicas que colabora en este trabajo: “Muchos de los datos que tenemos sobre avistamientos de ovnis son incompletos, inconsistentes o con escasa documentación. Necesitamos mejorar la recopilación de información para poder llevar a cabo investigaciones científicas de calidad y entender de qué se trata”. Para esto, la experta propuso utilizar “todas las tecnologías existentes”, como métodos de ‘machine learning‘ y técnicas de IA, para recoger “imágenes, sonidos, datos de temperatura y movimiento” de estos objetos voladores.
Nicola Fox, directora del programa de ciencia de la NASA, explicó que los escasos datos que estuvieron estudiando no están clasificados y provienen de “instituciones gubernamentales civiles”, del sector privado y de “otras fuentes”. Otra cosa que no ayuda a la recopilación de información es el contexto en el que se divisan los UAP. ¿Por qué? Porque muchas veces hay entes que pueden “imitar o eclipsar el fenómeno por completo”, como por ejemplo los equipos aéreos militares, el clima o los fenómenos ionosféricos como las auroras boreales.
En relación a uno de los interrogantes más repetidos sobre el estudio de los ovnis, Nadia Drake, una de las expertas de este panel independiente, descartó (por ahora) la existencia de vida alienígena por falta de información. “No tenemos ninguna evidencia concluyente sobre el origen extraterrestre de estos fenómenos“. Es más, Spergel agregó: “Afirmar que vemos algo que es evidencia de inteligencia no humana requeriría evidencia extraordinaria, y no hemos visto eso”.
Además, Drake mencionó que el futuro informe sobre el estudio de los ovnis se centrará sobre todo en los fenómenos que ocurren en la atmósfera, ya que es ahí donde ocurren la mayoría de avistamientos que no pueden explicar. Sin embargo, para la continua recopilación de datos, ella y el resto de los expertos insistieron en la necesidad de abordar este tipo de estudios “sin tabúes” y “con la mente abierta”.
Justamente por los tabúes, David Spergel dijo que temen que muchos eventos de este tipo no estén siendo reportados, cosa que afecta (nuevamente) a la recopilación de datos necesarios, ya que mucha de la información compilada procede de instituciones y agentes civiles, según destacaron.
“Tenemos que romper el estigma tanto en la comunidad científica como en la sociedad sobre este debate“, añadió Daniel Evans, responsable de investigaciones científicas de la NASA, y agregó: “Profundizar en el estudio de estos fenómenos nos brinda una oportunidad única para expandir nuestro conocimiento del mundo que nos rodea, entender lo inexplicable y, sobre todo, darnos cuenta de qué está ocurriendo en nuestro espacio aéreo”.
Por otro lado, en la conferencia también estuvo Sean Kirkpatrick, director de la AARO (All-domain Anomaly Resolution Office), el departamento abierto por el Ministerio de Defensa estadounidense para el estudio de este tipo de fenómenos. Desde la oficina, creada también el año pasado, se invitó a una colaboración más estrecha entre la agencia espacial y el Pentágono.
En los últimos 30 años, según datos del Pentágono, se detectaron cerca de 800 avistamientos de objetos voladores no identificados alrededor del mundo. Es más, según un informe del Departamento de Defensa publicado en enero, el número avistamientos aumentó desde el 2021. Sin embargo, a la mayoría de casos (donde se veían objetos a la altura de los aviones) se les encontró una explicación convincente: fenómenos atmosféricos naturales o detección de tecnología militar, según explicó Kirkpatrick. Solo hay entre un 2 y un 5% de los casos que siguen clasificados como “anómalos”.
Entonces, en esta nueva “hoja de ruta” en la que trabaja la NASA se incluirán recomendaciones que guíen futuros análisis. ¿Ejemplos? Mejorar la recopilación de imágenes de alta calidad de estos avistamientos; utilizar los satélites de observación de la Tierra y los instrumentos científicos de última generación para mejorar la recogida de datos; revisar los casos archivados; y crear alianzas internacionales con otras instituciones para avanzar en el estudio de estos fenómenos. Veremos lo que dice el informe posiblemente hacia finales de julio.