Luego del lanzamiento de los nuevos procesadores Intel Core de 11ª generación, hacemos un análisis y probamos los Intel Core i9 11900k.
Rocket Lake-S es el nombre en código que reciben los procesadores Intel Core de 11ª generación, en este caso, precisamente el Intel i9 11900k. Con algunos cambios respecto a sus predecesores, funcionan como un puente que le da lugar a los Alder Lake, nombre en código también para los procesadores de 12ª generación que tienen pensado ver la luz hacía fin de año. Vale la pena, entonces, realizar este tipo de análisis ya que el costo que tienen hoy en día los procesadores, al menos en Argentina, es tan elevado que merece la pena saber bien qué estamos comprando.
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Para comenzar a desglosar a este procesador, lo primero que llama la atención es el cambio que se estableció en la microarquitectura de los núcleos, denominados Cypress Cove. Se ha incrementado el IPC de una forma notable, alcanzando hasta un 19% más de ciclos según los bench oficiales. Esto impacta directamente en el rendimiento de toda la máquina en general, ya que acelera la cantidad de instrucciones que el CPU puede ejecutar en un solo ciclo.
Este pequeño y poderoso procesador viene con una “placa de video” integrada, la UHD Graphics 750, que supera a la versión anterior siendo un 50% más rápida. Si bien está claro que cualquiera que quiera armar una maquina dedicada exclusivamente al gaming eventualmente deberá recurrir a una placa de video dedicada solamente al procesamiento gráfico, que las placas integradas sean más fuertes permite no solo poder hacer una inversión inicial no tan pesada, sino que para quienes no quieran una maquina para gaming, se estarán llevando un producto de calidad optima sin tener que invertir, precisamente, en una placa de video.
De cara a la inminente salida de la tecnología PCI Express 5.0, Intel decide agregar en este chip la norma PCI Express 4.0, que AMD ya había introducido hace dos años. Es verdad que teniendo en cuenta lo que dijimos en un principio sobre el PCIe 5.0, esta nueva incorporación parece algo efímero, pero también le sirve a Intel para testear el terreno y saber la urgencia que tiene el usuario para que, finalmente, se implemente de forma definitiva el PCIe 5.0 del que tanto se viene hablando.
Serie 500 es la nueva versión de chipsets que llegan con esta nueva generación de procesadores. El chipset en cuestión viene con tres modelos diferentes: H570, B560 y Z590, e incorporan conectividad USB 3.2 Gen 2×2 a 20 Gbps; un enlace DMI Gen 3.0 que incrementa la velocidad de conexión entre la CPU y el chipset, además de conectividad Wi-Fi 6E y Thunderbolt 4.
“Las capacidades del procesador Intel Core i7 brindan una excelente experiencia para los gamers y creadores de contenido que trabajan con ediciones de videos y archivos audiovisuales demandantes. Al público que busca este procesador le interesa que haya un balance entre alto desempeño y costo” – Ezequiel Bartelemi, Ingeniero de Marketing Técnico para el segmento Gaming.
Lo expertos en el tema, y aquellos que gustan de exprimir sus máquinas para que saquen hasta el último bit de poder, el controlador de memoria integrado viene con tecnología XMP, Overclocking Thermal Velocity Boost y la activación y desactivación del Hyper-Threading por núcleo. Además, quienes quieran experimentar con el overclocking, este chipset propone una gama de timings mucho más amplia, y no será necesario tener una placa base de tope de gama como la Z590 para lograrlo, ya que los modelos H570 y B560 también nos van a permitir hacer overclocking con la memoria principal.
En términos de velocidad de reloj, estamos ante un chip que alcanza un pico de 5,3GHz, lo mismo que el i9 10900K, aunque logra mantener este pico por solo por algunos segundos dependiendo qué se le pida. En resumen, estos 8 Cores que manejan 16 Threads tienen una velocidad base de 3.5GHz, logrando picos de 4.7GHz con todos sus Cores y llegando a, como ya dijimos, 5,3GHz de forma single-Core.
Esta claro que los que busquen un procesador de la linea i9 están buscando calidad y potencia. En este caso la 11va generación es un avance hacia ese camino de la PC gamer soñada, y si bien el bolsillo va a doler un poco, estamos frente a lo mejor que puede ofrecer Intel para aportar a horas de streaming y gaming en simultáneo con toda la potencia posible que podamos sacarle.
“El procesador Intel Core i9 representa el tope de gama y es ideal para los usuarios más exigentes: hacer mega-tasking es la principal necesidad atendida por esos procesadores, y también complementa a quiénes les gustan el gaming avanzado y que suelen hacer streaming. En estos casos, el público interesado en este procesador busca el máximo desempeño posible y ninguna variable, ni siquiera la económica, compromete esa decisión ” – Ezequiel Bartelemi, Ingeniero de Marketing Técnico para el segmento Gaming.
En Argentina varios retailers ya tienen a la venta este 11900K, en Mercado Libre, por ejemplo, los precios rozan los 100 mil pesos Argentinos, mientras que un i7 de onceava generación está dentro de los 60 mil pesos.
Benchmark oficial
(datos extraídos de cpubenchmark.net)