Terminó la primera temporada de House of the Dragon y la espera para ver cómo sigue la Danza de los Dragones va a ser dura. Te contamos lo que pasó en el episodio 10 y algunas de las diferencias (y similitudes) que tiene con el libro de George R.R Martin.
Se fue el último domingo con episodio de House of the Dragon… al menos por un rato largo. El episodio 10, llamado The Black Queen, dio por terminada la primera temporada de la serie y su final nos dejó al borde del asiento, listos para la Danza de los Dragones. Si todavía no viste el capítulo, cuidado con los spoilers que siguen.
El episodio 10 de House of the Dragon es una contraparte del capítulo de la semana pasada, ya que los Hightower aparecen poco y nada y la historia se centra en cómo Rhaenyra y Daemon reaccionan a la muerte de Viserys y el golpe y traición de los Verdes, lo cual es informado por la princesa Rhaenys, recién llegada de la coronación de Aegon II.
Ante estas malas noticias, Rhaenyra entra en trabajo de parto prematuro y, a diferencia de sus últimos cinco embarazos, la bebé Visenya (llamada así por la hermana de Aegon el Conquistador y el nombre que la joven Rhaenyra quería que sus padres le pusieran a su hermano si hubiese sido una niña) no sobrevive.
En Fire & Blood, George R.R. Martin escribe que “las noticias de King’s Landing habían llevado a la princesa a una furia negra, y su rabia parecía provocar el nacimiento, como si el bebé dentro de ella también estuviera enojado y luchando por salir“. Si bien en ambos casos se ve que Visenya tenía deformidades, el libro afirma que nació con una cola escamada y un agujero donde debería haber estado su corazón.
Este episodio está lleno de pérdidas para Rhaenyra. Primero su padre, después la traición de su medio hermano y de Alicent, luego la muerte de su hija y todavía queda una más. Sin embargo, en el funeral de Visenya, entre tanta tristeza para la princesa y Daemon, también coronan a Rhaenyra, ya que aparece Ser Erryk Cargyll, quién se escapó de King’s Landing, con la corona de Viserys. Cuando Daemon coloca la corona en la cabeza de Rhaenyra, los asistentes al funeral se inclinan ante ella.
Si bien en el capítulo vemos que Rhaenyra trata de mantener la calma y el control, ya que no quiere comenzar una guerra con los Verdes, en los libros su personaje no se ve tan así. Tras el nacimiento y la muerte de Visenya, la versión del libro de Rhaenyra afirma: “Era mi única hija y la mataron. Robaron mi corona y asesinaron a mi hija, y ellos responderán por ello”.
Daemon, con la teoría de que los Verdes mataron a su hermano, está sediento por comenzar una guerra y empieza a planear sus tropas y aliados. El clan Negro cuenta con treinta caballeros, cien ballesteros y trescientos hombres de armas, pero lo que destaca en este bando y lo que ayudará a ganar la guerra son los dragones que tienen a disposición: Syrax (montado por Rhaenyra), Caraxes (montado por Daemon), Meleys (montado por Rhaenys), Vermax (montado por Jace), Arrax (montado por Luke), Tyraxes (montado por el joven Joff) y Moondancer (montado por Baela).
Por el otro lado, los Verdes tienen tres dragones adultos: Sunfyre (montado por Aegon), Vhagar (montado por Aemond) y Dreamfyre (montado por Helaena). Sin embargo, también hay dragones no reclamados, que parece que Daemon los tiene muy en cuenta: Seasmoke (una vez montado por Laenor), Vermithor (dragón que una vez montó el rey Jaeherys y que aparentemente Daemon encuentra en el episodio), Silverwing, tres dragones salvajes más y 20 huevos de dragón.
Daemon sugiere reunir a todo el grupo de dragones en Harrenhal, en el centro del continente, y luego enviarlos a rodear King’s Landing. Pero antes de que Rhaenyra pueda opinar, Otto Hightower llega a Dragonstone para ofrecer los términos del Rey Aegon II. En el libro, el encargado de comunicarle los términos a Rhaenyra es el Gran Maestre Orwyle, quien también está presente en la escena de este episodio de House of the Dragon.
Tras escuchar la propuesta de rendición y los términos que ofrece el clan Verde, la reina arranca el broche de la Mano del Rey de Otto y, después de que Hightower le entregue un mensaje de Alicent (que le hace recordar a su amistad cuando eran chicas), Rhaenyra dice que considerará los términos y confirmará su respuesta al día siguiente. La Rhaenyra del libro no solo los rechaza rotundamente, sino que envía a Orwyle de regreso a Aegon con la siguiente advertencia: “Dile a mi medio hermano que tendré mi trono, o tendré su cabeza”.
No podemos dejar de mencionar el regreso de Corlys Velaryon, quien ya no está perdido en el mar y está sorprendentemente tranquilo por la decapitación de su hermano por parte de Daemon. Con ganas de retirarse de esta guerra entre Verdes y Negros, Velaryon escucha a su esposa Rhaenys (que señala que Rhaenyra es la única que muestra moderación para no ir directamente a la guerra) y le juran lealtad a Rhaenyra.
Además del poder que tienen en el mar, otra cosa a favor que tienen los Velaryon es el control de los Stepstones y el Narrow Sea, donde se encontraba la Triarquía. De esta manera, el clan Negro puede cortar todo el comercio marítimo con King’s Landing y hacer que los Verdes se rindan.
Pero antes de hacer algo de esto Rhaenyra quiere asegurar quiénes son sus aliados y si los Arryn, Stark y Baratheon se pondrán de su lado o no. Para convencerlos, Jacerys sugiere que él y su hermano Lucerys vuelen en sus dragones y entreguen directamente un mensaje a las tres Casas. Jace se dirigirá al norte, para lidiar con los Arryn (en el Valle) y los Stark (en Winterfell) y Luke vuela hacia el sur hasta Storm’s End, sede de la Casa Baratheon.
La idea de Rhaenyra es que sus hijos solo actúen como mensajeros, es más les hace jurar que no se involucrarán en ningún tipo de lucha. Sin embargo, cuando Luke llega a Storm’s End no solo se encuentra con una fría recepción de Borros Baratheon, sino también con Aemond Targaryen y su enorme dragona Vhagar.
Borros rechaza la oferta del clan Negro, ya que Aemond ofreció casarse con una de las cuatro hijas Baratheon, cosa que Lucerys no pudo aceptar porque ya está comprometido. Ya listo para irse, Luke tiene que hacer honor a su promesa y evitar la confrontación con Aemond, quien (todavía resentido) le reclama un ojo por un ojo.
En medio de una gran tormenta, Luke huye en Arrax, un dragón joven que no puede hacerle mucha competencia a Vhagar, el enorme dragón de Aemond. La secuencia de persecución entre ambos nos deja bien en claro la diferencia de tamaños y experiencia (o falta de ella) tanto de los jóvenes como de los dragones.
Ninguno de los dragones parecía prestarle mucha atención a sus jinetes. Arrax le lanza fuego a Vhagar, quien (enojada) ignora las órdenes de Aemond y persigue y parte en pedazos a Luke y a su dragón de un mordisco. Si bien Aemond tenía toda la intención de intimidar a Lucerys, su reacción al ver que Vhagar mató a su sobrino da a entender que no quería llegar tan lejos. Sin embargo, esto difiere bastante de lo que sucede en Fire & Blood, donde se da por sentado que Aemond mató a Lucerys a sangre fría.
Finalmente, de nuevo en Dragonstone, vemos cómo Daemon se acerca a Rhaenyra y le cuenta la triste noticia sobre Lucerys. Ante esto, la reina se da vuelta y mira fijo a la cámara, ahora lista para ir a la guerra y vengarse de los Verdes. Pero para ver eso tendremos que esperar que llegue la segunda temporada, la cual parece que tardará hasta 2024 aproximadamente. Hasta entonces podemos volver a mirar los 10 episodios de House of the Dragon que ya están disponibles en HBO Max.