La Video Game History Foundation y la Software Preservation Network trabajaron los últimos tres años para que la Oficina de Derechos de Autor de EE.UU. apoyara la preservación de los videojuegos y les facilitara a investigadores y archivistas el acceso legal a juegos antiguos. Sin embargo, no consiguieron lo que esperaban.
Hace unos días, la Oficina de Derechos de Autor de los Estados Unidos se negó a conceder una exención a la Ley de Derechos de Autor del Milenio Digital (DMCA) para ayudar a investigadores y archivistas a preservar videojuegos poco comunes. Esto es algo que venían pidiendo hace tres años la Fundación para la Historia de los Videojuegos (Video Game History Foundation o VGHF) y la Red de Preservación de Software (Software Preservation Network o SPN).
Este pedido de SPN y VGHF nace de querer preservar los videojuegos antiguos o pocos conocidos y darles una mano a los investigadores que necesitan acceder a ellos, pero que no pueden hacerlo por falta de disponibilidad. La petición buscaba que los investigadores pudieran acceder a estos juegos fuera de catálogo de forma remota desde bibliotecas y archivos. Sin embargo, la Oficina de Derechos de Autor de los Estados Unidos rechazó la propuesta.
Al rechazar esta petición, la Oficina de Derechos de Autor se puso del lado de la Asociación de Software de Entretenimiento (Entertainment Software Association o ESA) y otros grupos dentro de la industria los videojuegos. Estos argumentaron que permitir que las bibliotecas compartieran el acceso digital a sus títulos llevaría a “un riesgo significativo de que los videojuegos preservados se utilizaran con fines recreativos”.
Sin embargo, la VGHF no se va a quedar con los brazos cruzados y continuará con la lucha. En un comunicado, la Fundación dijo: “Aunque estamos decepcionados por la decisión de la Oficina de Derechos de Autor, no nos arrepentimos de haber pasado por este proceso. Durante los últimos tres años, trabajar en la petición nos ayudó a generar una investigación importante, en particular nuestro informe Survey of the Video Game Reissue Market in the United States, que demostró que alrededor del 87% de los videojuegos lanzados en los Estados Unidos antes de 2010 siguen sin imprimirse”.
También agregaron que, “lamentablemente, los esfuerzos de lobby de los grupos de titulares de derechos siguen frenando el progreso” y atacó a la ESA. “La Asociación de Software de Entretenimiento declaró que nunca apoyaría el acceso remoto a juegos con fines de investigación bajo ninguna condición. La posición absolutista de la industria de los videojuegos (que los propios miembros de la ESA se negaron a respaldar públicamente) obliga a los investigadores a explorar métodos extralegales para acceder a la gran mayoría de videojuegos descatalogados que de otro modo no estarían disponibles”.
Para cerrar el comunicado, la VGHF mencionó que no terminaron de luchar y que seguirán “abogando por un mayor acceso y permisos legales para la preservación de los videojuegos”. Para esto continuarán trabajando con miembros de la industria de los videojuegos para aumentar la conciencia interna sobre estas cuestiones.
El fundador y director de la Fundación para la Historia de los Videojuegos, Frank Cifaldi, también compartió su propia declaración: “Estoy orgulloso del trabajo que nosotros y las organizaciones con las que nos asociamos hicimos para intentar cambiar la ley de derechos de autor. Realmente lo dimos todo, no veo qué más podríamos haber hecho. Esto no satisface las necesidades de los ciudadanos a favor de un argumento débil de la industria, y es realmente decepcionante”.