El FBC: Firebreak es el nuevo shooter cooperativo basado en el universo de Control que llegará a mitad de año para consolas y PC.
FBC: Firebreak, un shooter cooperativo ambientado en el universo de Control, fue revelado por Remedy Entertainment. El juego, que llegará en invierno 2025, enfrenta a los agentes de la Oficina Federal de Control (FBC) contra los Hiss y criaturas surrealistas como notas adhesivas con mente colmena y zombis de papel. Los jugadores de Game Pass tendrán acceso desde el primer día.
Amenazas surrealistas y armas extravagantes
El tráiler muestra a los agentes luchando contra enemigos inusuales: las notas adhesivas se multiplican rápidamente, cubren paredes y hasta forman a “Sticky Ricky”, una criatura gigante de papel. Para contrarrestarlas, los jugadores usan objetos paranormales, como una alcancía para disparar monedas destructivas, gnomos que invocan tormentas eléctricas y una tetera que arroja agua hirviendo.
Cada arma tiene riesgos: los ataques afectan tanto a aliados como a enemigos. Aunque no es una secuela directa de Control, la trama ocurre después de los eventos del título original. Según Remedy, el enfoque está en el caos y el humor absurdo, no en la complejidad narrativa.

Una apuesta por el multijugador cooperativo
El género de shooters cooperativos necesita renovación. Juegos recientes como Back 4 Blood o The Anacrusis no lograron capturar la magia de clásicos, mientras Helldivers 2 enfrentó polémicas. FBC: Firebreak apuesta por un enfoque casual: sin mecánicas de estrés, progresiones diarias o presión competitiva.
“Queremos que sea fácil sumergirse“, explicó Remedy en un comunicado. ¨Por otro lado, agregaron: “Es ideal para jugar con amigos los fines de semana, reírse del caos y las situaciones ridículas”. Esta filosofía podría diferenciarlo en un mercado saturado de propuestas similares.
Si el equilibrio entre desafío y diversión funciona, FBC: Firebreak tiene potencial para revitalizar el género. Solo queda esperar hasta su lanzamiento para ver si las notas adhesivas y las alcancías rompen la monotonía.