El Parlamento ruso acusó a EA Canada y al FIFA 17 de “difundir propaganda homosexual” por apoyar una campaña a favor de la comunidad LGBT.
En 2013 el Parlamento de la Federación de Rusia aprobó una ley que prohibe la difusión de “propaganda a favor de relaciones sexuales ‘no tradicionales'” ya que esto “puede dañar la salud y el desarrollo de los niños“. Para ello agregaron una división a su Agencia Federal de Comunicaciones, encargada de hacer cumplir esa ley, censurar ese tipo de contenidos y, en algunos casos, llevar a juicio a quienes los difundieran.
A fines del mes pasado Stonewall una ONG británica en defensa de los derechos LGBT lanzó la campaña “Rainbow Laces” (Cordones Arcoiris) para combatir la homofobia y transfobia en los eventos deportivos, a la que adhirieron muchos equipos deportivos. EA Sports se sumó a esta campaña agregando uniformes multicolor gratuitos a FIFA 17 que los jugadores podían usar en apoyo a esta iniciativa en el modo Ultimate Team hasta el 24 de noviembre.
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Los sectores de izquierda y derecha del Parlamento ruso no se quedaron callados y se comunicaron tanto con la Agencia Federal de Comunicaciones como con las agencias estatales de defensa al consumidor para pedir que FIFA 17 fuera prohibido en Rusia o, al menos, marcado como apto para mayores de 18 años. Irina Rodnina, ex patinadora olímpica que llevó el oro a la Unión Soviética tres veces y ahora representante del bloque Rusia Unida declaró al periódico Izvestia:
“Las autoridades deberían analizar la legalidad de distribuir este juego (FIFA 17) en el territorio ruso. Cada estado tiene sus leyes y regulaciones y deben ser respetadas.”
En el mismo diario se pronunció Valery Rashkin, representante del Partido Comunista ruso:
“Después de la investigación las autoridades deberían exigir a EA Canada que modifiquen el código del juego o, al menos, adapten la clasificación de edad para el juego. Si se niegan, habrá que pensar en medidas de restricción.”
Si bien esta no es la primera vez que escuchamos de la censura rusa contra los colectivos LGBT (en 2015 se presentó un proyecto de ley penalizando con multas y cárcel a quien hablara de su homosexualidad en público), sí es el primer caso que toca específicamente a los videojuegos.