En una reciente entrevista, Masahiro Sakurai, creador de Super Smash Bros, dio su opinión sobre el oficio de crear videojuegos.
Masahiro Sakurai, el legendario creador de Super Smash Bros., dejó en claro que su enfoque hacia el desarrollo de videojuegos no está atado a sus propios gustos personales. En una reciente entrevista con el medio japonés Nikkei Cross Trend (en japonés), Sakurai expresó que está dispuesto a trabajar en juegos que sean incluso “lo opuesto” a lo que disfruta, siempre que sea necesario.
“El trabajo de hacer videojuegos es crear entretenimiento. Sin embargo, si los vas a vender, tenés que pensarlo como un trabajo, no como entretenimiento”, afirmó y sumó, “inclusive si es lo contrario a lo que me gusta, hay que hacerlo igualmente. Eso es ser un profesional” . Para él, ser profesional implica priorizar la experiencia del usuario por encima de las preferencias propias. Su filosofía se centra en imaginar la experiencia final del jugador, visualizando el producto terminado desde el inicio del proceso creativo.
Sakurai explicó que tener una visión clara del objetivo es crucial, especialmente cuando se trabaja en grandes proyectos que pueden llevar años en completarse. Además, remarcó la importancia de mantener una dirección clara para evitar confusiones dentro del equipo de desarrollo.
El creador no planea sus proyectos basándose en lo que le gusta, sino en lo que hará felices a los jugadores. Este enfoque, según él, no solo define su forma de trabajar, sino que también lo motiva a explorar ideas que podrían estar fuera de su zona de confort.
En octubre del año pasado, Sakurai reveló que en los últimos tres años había presentado una propuesta para un nuevo videojuego. Aunque no brindó detalles, mencionó que este proyecto, en desarrollo desde agosto de 2022, podría anunciarse pronto.
Además, Sakurai se refirió a su canal de YouTube, donde invirtió 600 mil dólares. A pesar de no haber generado ganancias, lo considera “una inversión hacia un futuro más brillante para los videojuegos”. Su compromiso con la industria sigue siendo un ejemplo de profesionalismo y pasión, siempre con el jugador en el centro de sus decisiones.