¿Te acordás de los NFTs? La burbuja finalmente colapsó en lo que varios aseguraban era el futuro de las inversiones en arte y hoy la mayoría no valen nada. Leé nuestro obituario, ¡acá!
El 2021 fue raro, quizás producto de estar saliendo de la peor pandemia de la historia moderna. En ese momento, un grupo de “gurués” de la internet comenzaron a asegurar que los NFTs, “non fungible tokens”, eran la tecnología del futuro y las inversiones, aunque básicamente eran un recibo de compras digital y no un objeto concreto en cuestión. Aunque eran básicamente un link a algún PNG de un mono, algunos podían costar millones de dólares o sumas ridículas – pero hoy la realidad es otra.
De acuerdo a un informe de dappGambl con datos de NFT Scan y de CoinMarketCap, tras analizar 73.257 colecciones de activos, el 95% de los NFTs tienen un valor de cero ETH. Estos están en posesión de unos 23 millones de usuarios que pusieron su dinero (mejor dicho, sus cripto) en este mercado esperando que la burbuja fuera algo más que eso, y hoy el mercado se encuentra colapsado.
Durante su auge existió un mercado furioso de gente pagando por dibujos de monos como el que ilustra esta nota, u otras similares. Por supuesto, cualquiera podía hacerse con el dibujo en cuestión si sabía usar un click derecho en PC o guardar la imagen en su smartphone. Pero, el NFT prometía ser dueño de la imagen, aunque tampoco era exactamente eso.
El motivo principal del quiebre, según el estudio de dappGambl, es que hubo demasiada oferta y nada de demanda. En sus palabras, “resulta evidente que una parte significativa del mercado de NFT se caracteriza por estrategias de fijación de precios especulativas y esperanzadoras que están muy alejadas del historial real de negociación de estos activos“.
Sin embargo, quizás el problema haya sido querer aplicar esto a un modelo especulativo como compra-venta de arte -. En el futuro, tecnología así de confiable para autenticar transacciones para la compra de vehículos, casas, pasajes, o entradas a conciertos, por ejemplo, podría ser muy útil. Eso sí, requerirá un mercado mucho más inteligente sobre sus fortalezas, debilidades, y que entienda lo que es.