Si bien la Casa Blanca y las agencias federales de Estados Unidos dijeron que la aparición de numerosos drones en el cielo no amenaza la seguridad nacional, muchos funcionarios y residentes creen que hay algo más detrás y piden respuestas claras sobre los avistamientos.
Desde el mes pasado que varios estados de la costa este de Estados Unidos están inquietos y preocupados por la presencia de aparatos extraños en el cielo. Si bien las autoridades y agencias federales intentaron llevar tranquilidad, diciendo que se trata de drones que no amenazan la seguridad nacional, muchos funcionarios y residentes piden respuestas más firmes y claras sobre los avistamientos.
La preocupación de varios estadounidenses crece porque estos supuestos drones en un principio se detectaron cerca de instalaciones militares y hasta en el campo de golf de Donald Trump en Bedminster, Nueva Jersey. También se vieron en Maryland y Nueva York. Claro está que todo esto generó muchísimas inquietudes, especulaciones y (por supuesto) teorías conspirativas.
Es por esto que desde noviembre tal vez vieron en redes sociales videos o fotos que compartieron varios usuarios preocupados o intrigados con estos misteriosos objetos luminosos en el cielo. Como esto no paró, las especulaciones solo crecieron, lo que aumentó la presión sobre las autoridades para dar respuestas.
Ante esto, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) pidieron que los residentes de Nueva Jersey compartan videos, fotos y cualquier otra información sobre la presencia de estas aeronaves. Sin embargo, poco tiempo después, las autoridades aclararon que, a pesar de haber recibido más de 5.000 denuncias, aproximadamente solo 100 resultaron relevantes y que de esas ni siquiera identificaron actividades anómalas o potencialmente peligrosas para el espacio aéreo civil.
Para investigar los avistamientos, las autoridades desplegaron cámaras infrarrojas y tecnología de detección de drones. ¿Qué descubrieron? Que son una combinación de drones comerciales legales, drones de aficionados y drones de vigilancia de las fuerzas del orden, así como aeronaves tripuladas, helicópteros y hasta estrellas confundidas con drones.
A pesar de concluir en que no hay ningún elemento que represente “una amenaza a la seguridad nacional o pública o tengan un nexo extranjero”, los residentes y ciertos funcionarios se mantienen preocupados. Uno de ellos es Matthew Murello, alcalde de Washington Township, Nueva Jersey, quien cuestionó la poca claridad de las declaraciones oficiales, las cuales señaló que minimizan los riesgos y son insuficientes para calmar a la población.
Es más, tanta era (es) la preocupación que el FBI y la Policía Estatal de Nueva Jersey en un momento tuvo que emitir una advertencia a la población para que no intente disparar o actuar por su cuenta contra estos supuestos drones. Esto no solo es ilegal, sino que también representa un peligro para los pilotos y pasajeros de esas aeronaves.
A pesar de esta advertencia, Murello pidió autorización para derribar al menos uno de estos drones para analizarlo y esclarecer su origen. “No necesitamos derribar todos los drones, solo uno. Eso sería suficiente para empezar a entender lo que está pasando”, explicó en una entrevista con Good Morning America. “Tenemos la tecnología para hacerlo, pero no tenemos permiso”, aseguró el alcalde, sugiriendo que la falta de acción es “absurda”.
Además de esto, el alcalde indicó que, en reuniones recientes con agencias federales, no se les ofrecieron explicaciones claras sobre por qué algunos drones operan sin emitir frecuencias de radio o usar transpondedores, lo cual es obligatorio por ley durante vuelos nocturnos. También, Murello afirmó haber visto drones que describió como helicópteros de rotores múltiples sobrevolando áreas rurales, lo que contradice la versión oficial de que muchos avistamientos corresponden a aeronaves tripuladas.
Otro que también se sumó al debate es el futuro presidente Donald Trump, quien escribió en su plataforma Truth Social: “Avistamientos misteriosos de drones en todo el país. ¿Puede esto realmente ocurrir sin el conocimiento de nuestro Gobierno? No lo creo. ¡Informen al público inmediatamente o derríbenlos!”. También, dijo en una conferencia que “el gobierno sabe exactamente lo que está pasando y que debería decírselo al público”.
Entonces ¿cuál es la respuesta de las autoridades federales de Estados Unidos, incluidas el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el FBI, la Administración Federal de Aviación (FAA) y el Departamento de Defensa (DoD)? Lo mismo de antes: los drones no suponen un riesgo para la seguridad nacional o pública. Es más, el Secretario de Prensa del Pentágono, el mayor general de la Fuerza Aérea Pat Ryder, dijo que se toman todos los casos reportados “muy en serio” y agregó: “Es posible que algunos de los drones puedan estar involucrados en actividades malignas, pero para la gran mayoría ese no es el caso”.
Por otro lado, el presidente Joe Biden también intentó calmar la situación. El martes, Biden insistió en que los drones no suponen ningún peligro para la población. “Le estamos dando seguimiento de cerca, pero hasta ahora no hay sensación de peligro”, declaró el mandatario.
El portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, reafirmó la postura del gobierno federal y negó que el gobierno esté ocultando información sobre los drones. Además, aportó explicaciones sobre el aumento de avistamientos reportados en las últimas semanas: “Hay una cantidad considerable de drones en el cielo. En Estados Unidos hay más de 1 millón de drones registrados en la FAA. Miles de ellos vuelan legal y diariamente en nuestro espacio aéreo, realizando actividades de beneficio público, como entrega de suministros, tareas de vigilancia o monitoreo climático”.
También, el portavoz destacó que, con la llegada del invierno y la puesta de sol más temprana, los cielos nocturnos se volvieron más visibles para las personas, aumentando las percepciones de objetos luminosos que podrían confundirse con drones.
Pero esto no fue suficiente para algunos políticos en las regiones afectadas, quienes siguen insatisfechos con las respuestas proporcionadas hasta ahora e insisten en que “algo extraño está ocurriendo”. Después de todo, la actividad de drones provocó el cierre temporal de pistas en el Aeropuerto Internacional Stewart, en Nueva York, y el espacio aéreo sobre la Base de la Fuerza Aérea Wright-Patterson, en Ohio.