Un ciudadano de Columbus, Estados Unidos, llevó al cine a ver una película llevando puesto sus Google Glass, y el personal de seguridad lo detuvo en el ingreso y lo interrogó durante horas. ¿WTF?
Siempre que hablamos de tecnología weareable, y más en el caso de los anteojos de Google, la polémica esta presente en lo que refiere a su uso y los límites de la información. Lo que paso en este caso en particular, en una función ordinaria de la película Jack Ryan: Shadow Recruit, terminó con un espectador y su mujer detenidos por más de tres horas.
Lo que levantó la sospecha, fue la posibilidad de pensar que el hombre en cuestión no era un espectador más, sino que podía ser un pirata que estuviese grabando el film para luego venderlo en el mercado ilegal. Para cerciorarse de que no hubiese nada grabado, tuvieron que revisar toda la memoria del dispositivo.
Finalmente, al no encontrar nada, los dos protagonistas de esta historia fueron liberados, y se les dio dos entradas gratis para que vuelvan a las salas en compensación.
¿Qué llevarias al cine para generar confusión y que te terminen regalando entradas?