Los músicos entraron en guerra con los servicios de streaming. Para sorpresa de muchos, la que pateó el tablero pidiendo que retiraran sus canciones de Spotify fue ni más ni menos que Taylor Swift y a partir de ahí todos comenzaron una batalla para mejorar sus ganancias.
Ni lerdo ni perezoso, el primero en ofrecer una opción fue el popular Jay-Z, que mencionó a Tidal, justamente su empresa de streaming y hacia la que quiere atraer a la mayoría de los músicos.
David McCandless, periodista británico y experto en análisis de datos, expuso unos cuadros donde muestra varios servicios de streaming y cuanto deberían vender los artistas publicando sus canciones o discos allí para llegar al sueldo mínimo en Estados Unidos de 1260 dólares.
En los cuadros aparecen 17 formas distintas de publicación, desde el gigante Youtube, pasando por Beats, iTunes y la clásica venta de CD. Está dividido por artistas con contrato firmado con discográfica y sin contrato, además de mostrar el número de usuarios de los servicios de streaming y la ganancia que se lleva finalmente el artista por unidad.
La principal cuestión acá es si está justificada o no la queja de los artistas. Y además está la diferencia entre las grandes estrellas y los poco conocidos. No es lo mismo un artista que firmó un contrato con una discográfica y tiene mucho marketing, por lo que puede vender más, que uno que no tiene contrato y hace todo a pulmón.
Además de lo que recibe de ganancia por unidad el artista, también hay que tener en cuenta la cantidad de usuarios de cada uno de los servicios de streaming. Si, por ahí Rhapsody paga más por unidad que Spotify, pero la base de usuarios del primero es de dos millones y la otra de más de 60.
¿Ustedes que opinan? ¿De que forma preferirían vender su material?