Ballie rodó hacia el protagonismo en la CES 2025 gracias a los ingenieros de Samsung. Ahora podemos tener un microcine que nos siga a todos lados.
CES 2025 fue el escenario donde Samsung finalmente anunció que su innovador robot Ballie llegará al mercado de Estados Unidos. Este dispositivo, que ya había captado la atención en ediciones anteriores del evento, promete revolucionar la interacción con los hogares inteligentes. Aunque aún no se reveló el precio ni la fecha exacta de lanzamiento, la demostración en Las Vegas dejó a muchos impresionados.
Ballie, un robot pequeño y rodante con forma circular, va mucho más allá de lo esperado. Durante la presentación, mostró su capacidad para proyectar películas como Uncharted en paredes cercanas, ajustar el tamaño de la imagen al detectar superficies más grandes, e interactuar con luces y otros dispositivos del hogar mediante comandos de voz. Además, cuenta con altavoces integrados para ofrecer una experiencia completa de sonido.
Lo que realmente distingue a Ballie son sus innovadoras funciones de interacción. No solo responde a comandos de voz, sino que también reconoce “presiones de pie” sobre un botón virtual, lo que permite confirmar tareas o pedir más información. Gracias a sus cámaras y sensores avanzados, el robot puede responder preguntas complejas, como recomendar vinos según un plato específico.
Samsung no es la única empresa que incursiona en este campo. Amazon ya comercializa su robot doméstico Astro, aunque su precio elevado de USD1,600 y el modelo de venta por invitación lo hacen menos accesible. LG también mostró conceptos similares en ediciones pasadas del CES, pero muchos de esos productos aún no llegaron al mercado. Incluso Apple está explorando el terreno de los hogares inteligentes, y se rumorea que anunciará nuevos productos en esta área próximamente.
Con la llegada de Ballie, Samsung busca liderar un mercado que combina tecnología práctica con experiencias intuitivas, ofreciendo una solución que promete transformar la relación con la tecnología en casa. Sin dudas, un paso emocionante hacia el futuro.