Capcom, el gigante japonés del gaming, confirmó que fue víctima de un ataque que expuso los datos de 350 mil usuarios de sus productos. Te contamos todos los detalles, ¡en esta nota!
Capcom, la empresa detrás de Street Fighter, Mega Man, Resident Evil y Monster Hunter entre montones de otros juegos; confirmó que fue víctima de un hackeo. En este se expuso la información de 350000 individuos que incluyen jugadores. La empresa confirmó que se expusieron nombres, direcciones de mail y números de teléfono pero ningún detalle de tarjetas de crédito u otras formas de pago.
El gigante japonés confirmó el ataque el lunes 16 de noviembre por medio de su página web. En esta explican que detectaron un problema que ocurrió en la mañana del 2 de noviembre. “Capcom confirmó que se trató de un ataque apuntado a la compañía utilizando ransomware, que destruyó la información encriptada en los servidores“, explicaron. La compañía comenzó a hablar de la posibilidad de un ataque el 4 de noviembre, y el 12 confirmó que detalles corporativos y de 9 empleados habían sido robados.
Sin embargo, los nuevos detalles que surgieron hoy confirman que el alcance del ataque fue mucho mayor, y puede haber incluido los datos de algunos jugadores. El gigante estima que hasta un máximo de 350,000 personas pueden haberse visto afectadas incluyendo gamers, accionistas, empleados actuales y previos, y hasta miembros de su familia. Estos datos incluyen nombres completos, direcciones de mail y números de teléfono pero no incluyen tarjetas de crédito. Capcom confirmó que intentará contactar a todas las víctimas del hackeo cuyos datos puedan haber sido comprometidos.
Un ataque de ransomware es cuando un grupo de hackers infiltra un sistema de otra persona, evita que el usuario pueda volver a ingresar, y “secuestra” la información. La idea es obligar al dueño a pagar bajo amenaza de que los datos serán filtrados o destruídos. El grupo de hackers en cuestión se llama Rag nar Locker, y ya fueron demandados en la prefectura de Osaka, Japan.
Capcom se disculpó en su declaración y confirmó que aún investiga los detalles, pero no confirmó si pagó o no el rescate. El gigante contactó a los servicios de inteligencia de Japón y el Reino Unido además de una empresa de seguridad de software privada para ayudarlos en el proceso.