El costo de desarrollar un videojuego puede ser muy alto ¿El costo de desarrollar Call of Duty? Astronómico.
Call of Duty es un titán en lo que a consumir recursos de desarrollo refiere. Aunque la industria suele ser muy reservada sobre cuánto dinero se invierte en la creación de estos títulos, recientemente se filtraron datos que arrojan luz sobre los costos de producción y ventas de tres entregas de la franquicia.
Según documentos presentados en un caso judicial, Patrick Kelly, jefe creativo de Call of Duty en Activision, reveló los presupuestos de Black Ops III (2015), Modern Warfare (2019) y Black Ops Cold War (2020).
El desarrollo de Black Ops III, a cargo de Treyarch, costó $450 millones y se trabajó durante tres años. Este título logró vender 43 millones de copias. Por otro lado, Modern Warfare, desarrollado por Infinity Ward, tuvo un costo de $640 millones y alcanzó 41 millones de unidades vendidas. Finalmente, Black Ops Cold War, una colaboración entre Treyarch y Raven Software, fue el más costoso con un presupuesto de $700 millones, pero vendió 30 millones de copias, menos que los anteriores.
Estos datos surgieron como parte de una respuesta de Activision Blizzard a una demanda relacionada con el tiroteo de la escuela primaria Robb en Uvalde, Texas. En esa demanda, presentada en 2024, se alegaba que Call of Duty influyó en las acciones del atacante. Kelly mencionó estos tres juegos porque, según los testimonios, eran los que el agresor jugaba frecuentemente.
El complejo militar-videojueguil
La industria de los videojuegos sigue siendo reservada sobre sus costos. A modo de comparación, en 2023, documentos filtrados indicaron que Sony invirtió $220 millones en The Last of Us Part 2 y $212 millones en Horizon Forbidden West. Estos montos destacan lo ambiciosos y complejos que son los proyectos en este sector.
Si bien en la industria AAA los presupuestos de esa magnitud son comunes, el caso de Call of Duty es distinto. El costo de producir un juego que usa tantos datos reales sobre armamento y guerras para su inspiración sería imposible sin ayuda externa. Ya hace varios años muchas investigaciones se hicieron al respecto, en las que se habla de la estrecha relación que tienen los estudios de Activision con el ejército de EE.UU. Este vínculo se ha visto en campañas de reclutamiento en eventos oficiales y torneos y en el Call of Duty Endowment, un fondo de soporte para veteranos estadounidenses.
También se ha hablado de que, como ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de EE.UU. usa la industria del entretenimiento para sus intereses geopolíticos. Ya sea haciendo presencia en películas y juegos, o, en el caso de Call of Duty, representando de forma sesgada eventos controversiales de la historia bélica del país.
Sin dudas, producir un videojuego de guerra como Call of Duty no solo requiere equipos creativos talentosos, sino también presupuesto y apoyo de instituciones que lucren con conflictos reales.