El director de publicaciones de Larian contó en Twitter que Baldur’s Gate 3 alcanzó un hito inesperado al encontrarse en manos de ciudadanos del Vaticano.

Baldur’s Gate 3 sigue adquiriendo reconocimiento, esta vez de la gente más cercana a Dios. El director de publicaciones de Larian Studios, Michael Douse, compartió recientemente en Twitter que el Vaticano cuenta con dos copias del juego Baldur’s Gate 3 en funcionamiento dentro de sus muros.
Douse mencionó: “Se vendieron 2 copias de Baldur’s Gate 3 en el Vaticano, con 1 en la lista de deseos”. Se atreve a imaginar que esta última pertenece al Papa, quien podría estar esperando un momento libre para jugar. De ser así, al ser el representante de Dios en la tierra, se podría afirmar que hasta fuerzas todopoderosas opinan que es uno de los mejores juegos jamás hechos.
El juego tiene más personajes que el Vaticano residentes
Aunque dos copias no parezcan muchas, resulta esencial considerar qué es realmente la Ciudad del Vaticano. Se trata de un pequeño territorio de 121 acres en Roma, que funciona como una entidad soberana y representa el centro de la Iglesia Católica. Abarca una población de aproximadamente 764 habitantes, de los cuales muchos no residen permanentemente en el sitio. Entre ellos, un poco más de 100 son miembros de la Guardia Suiza Pontificia.
Para poner esto en perspectiva, si se analizara la tasa de homicidios en el Vaticano —que generalmente se mide en muertes por cada 100,000 personas— se podría observar que en 1998 hubo una tasa de 256, luego de que se encontraran tres personas muertas en esa área.
Esto significa que, si los números son correctos, la proporción de personas en la Ciudad del Vaticano que están jugando Baldur’s Gate 3 subió un 0.2%. Si utilizamos el método mencionado antes, podemos deducir que alrededor de 261 de cada 100,000 residentes vaticanos son jugadores del popular título. La cifra resulta inquietantemente similar a la tasa de homicidios de 1998. ¿Es una coincidencia? Sin duda.
También es posible (aunque menos emocionante) que algún miembro de la Guardia Suiza haya estado disfrutando de Baldur’s Gate 3 en su tiempo libre. Es curioso imaginar que un juego inspirado en Dungeons & Dragons, que en el pasado desencadenó pánicos satánicos, se esté disfrutando sin problemas en uno de los lugares más sagrados del mundo.