Las últimas decisiones de Ubisoft alrededor de Assassin’s Creed Shadows parecieron enojar a un accionista de la companía que pide respuestas.
Un accionista importante de Ubisoft, conocido como AJ Investments, anunció que prepara una protesta pública contra la dirección de la compañía, acusándola de manejar “de forma desastrosa” proyectos clave y perjudicar el valor para los inversores. Juraj Krupa, CEO de la firma, señaló retrasos en Assassin’s Creed Shadows, caídas en la bolsa y conversaciones no divulgadas sobre venta de propiedades intelectuales como motivos de su descontento.
Shadows sigue en el ojo de la tormenta
Según un comunicado, Krupa criticó que Ubisoft postergó dos veces el lanzamiento de Shadows —originalmente previsto para julio y luego noviembre de 2024—, lo que generó una abrupta baja en las acciones. “Estos retrasos afectaron principalmente a pequeños inversores que no tenían recursos para ajustar sus posiciones”, afirmó. La compañía justificó las demoras para “pulir” el juego, argumento que, si bien resulta lógico para los jugadores, no calmó a los accionistas.
El directivo también mencionó rumores de negociaciones no informadas con empresas como Microsoft, Electronic Arts y Tencent para vender IPs o incluso la compañía entera. “Ubisoft no comunicó estos movimientos a los inversores, lo que agravó la desconfianza”, sostuvo Krupa.

AJ Investments exige que Ubisoft revierta su estrategia antes de mayo para evitar la protesta. “Si cumplen con mejorar el valor accionario, cancelaremos la movilización. De lo contrario, iniciaremos acciones legales por engaño a los inversores”, advirtió. Por su parte, Ubisoft respondió que evalúa “opciones estratégicas y capitalistas transformadoras” para maximizar el valor de sus franquicias.
Contexto crítico: ¿Última oportunidad para Ubisoft?
La situación de Ubisoft no sorprende si se miran sus últimos años. Star Wars Outlaws y Avatar: Frontiers of Pandora no alcanzaron el éxito esperado, Skull and Bones fracasó comercialmente, y remakes como Prince of Persia: Sands of Time y Splinter Cell permanecen en desarrollo sin avances claros.
Sin embargo, Assassin’s Creed Shadows aparece como una posible salvación: las preventas muestran cifras alentadoras. Pero con el accionariado en pie de guerra, la presión para que el título cumpla las expectativas financieras es máxima. Si el juego vuelve a retrasarse o no logra impacto, la crisis en Ubisoft podría escalar a niveles sin retorno.
Mientras tanto, todos miran hacia mayo: el mes que definirá si la protesta se concretará o si la compañía francesa logra recomponer su rumbo.